opiniones sobre el Restaurante Asador Casa Juan

Somos clientes de toda la vida. El día 27 de marzo tuvimos una comida de empresa. Le dejamos el coche al aparcacoches. Me llega una multa que acabo de reclamarles desplazándome de las rozas hasta el mismo local. Me dicen que no se hacen cargo de la multa. Tengo el ticket de la comida. 200 euros. Juan me deriva al aparcacoches, que me dice que no tiene nada que ver porque era lunes y estaba su compañero. Juan, con un trato impresentable, me dice que hay muchos aprovechados haciendo lo mismo y que no se hacen cargo de las multas. Vergonzoso, que des propina al personal, al aparcacoches, y confíes en un "gran" restaurante para que luego te traten de macarra aprovechado. Ya cuelo la bajada de calidad de la comida. Que me lo había callado.

La comida se aprovecha y la gente no lo saben, personal sin experiencia, el vino rellenado, los maitres sin conocimiento de ingles,

Calidad precio malísima por 52 euros, he comido menús de 10 mucho mejor, no lo recomiendo, no volvería jamas

Ni por asomo se corresponde la calidad, servicio con el precio. Hay muchos asadores con menos nombre pero mucho. Juan Miguel mejores

Pufff... No se como decirlo. Fue muy extraño lo que vivimos en este restaurante. Nos lo habían recomendado unos conocidos diciendo que conocían a juan, que fuesemos de su parte, bla bla bla. De primeras ni pudimos saludarle apenas (ni que fuese una estrella de hollywood)! Nos despachó rápido a una mesa en una esquina y no volvió en el resto de la comida que para variar... estuvo repleta de falta de atención, servicio descuidado, tardío y malo. Me dieron ganas de irme después de los entrantes. Fue terminar la carne (que por cierto, no es gran cosa) y nos fuimos sin el postre.

He celebrado la comunión de mi hijo en casa juan y, a pesar de que la comida no ha estado mal y ha sido abundante, el servicio ha sido un desastre y hemos estado super incómodos. Motivo: falta de espacio, estábamos como sardinas en lata, unas comuniones encima de otras, había bastante más gente de la que cabía, pero ya se sabe, el afán recaudatorio es lo que prima. Platos volando por encima de nuestras cabezas, los postres y el café servidos mal y a destiempo..... A quién le tocó, porque hubo gente que fue a tomarlo a otro sitio desesperado porque no le llegó. Realmente fue una vergüenza para mí ante mis invitados conclusión: fatal, jamás repetiría vas a un sitio de "reconocido prestigio" y al final... Para hacer el ridículo peor imposible

El mejor restaurante donde he estado en todos los sentidos, la comida buenísima, cantidad, calidad y variada. Tiene varios salones con mesas y sillas muy cómodas y el trato recibido no ha podido ser mejor, en todo momento pendientes si necesitábamos algo, que si queríamos repetir de algo etc. La bodega excelente aunque nosotros tomamos el vino de la casa que estaba muy muy bueno. Cuando nos marchábamos a las señoras nos regalaron flores. Y el precio correctísimo, nada caro, un 10 para casa juan. Apuntado para volver.

Nos han engañado el sábado celebramos las bodas de oro de mis padres. En julio yo hable con juan de este evento, y él me mostró el comedor que hay a la entrada, y añadió que en ese comedor hasta 25 personas estaba bien, que pondrían un biombo para que fuera más privado, etc. Aquel día el comedor estaba preparado para 22 pers. En agosto mis padres fueron a hablar con él y todo seguía igual. La decepción al llegar el sábado fue tremenda. Mesa para 26 personas contra la pared y larga como un chorizo (detalle de categoría), y otras 5 mesas más de 2 pers. Total 36 comensales en un espacio para 25. Y claro, esto también impide que los camareros te atiendan correctamente: toda la comida pasándoles platos a los que no llegaban, la cubitera del vino blanco encima de un aparador pues no cabía en otro sitio, ir al baño ¡¡ una aventura!!! Todos tenían que apretarse contra la mesa para hacer un mini pasillo. El menú, bien, pero esto no basta. Cuando uno va a un restaurante de cierta categoría no basta con "buena comida". Estás pagando manteles, servicio, presencia, comodidad... En fin, lo más lamentable de esto es que consiguió ensombrecer un día muy feliz para personas que ya son mayores. Y esto es imperdonable.