Estuvimos el día de 19 de marzo. Fuimos recomendados por un amigo. Reservamos mesa para cuatro, a las tres del medio día. Llegamos puntuales, estaba casi lleno, algunas mesas ya estaban con el postre. Al llegar nadie se dirigió a nosotros y tras una larga de espera, nos sentamos en la mesa que habíamos reservado y allí esperamos a que algún camarero se dignara a atendernos. Pasó más de una hora hasta que nos vinieron a tomar nota. Ni una disculpa por la espera por parte de la camarera. Se dirigió con muy malas formas hacia nosotros. La atención fue nefasta, malas caras y malas formas, muy poca amabilidad, demasiado estirados. La carne fabulosa pero el trato peor que me han dado jamas.