Descarado intento de intoxicación alimentaria.. Los calamares rebozados salieron de mano del propio cocinero hasta el lugar donde estábamos en barra. No hacía falta un agudo sentido del olfato para detectar la podredumbre, tuvieron primero el descaro de achacar el fuerte olor al aceite de la freidora.. Luego los retiraron, nos invitaron a una cerveza y salió un plato de calamares en condiciones y más generoso. Puede que sea un hecho aislado o puntual pero intolerable, existe una normativa, no se puede jugar con la salud de las personas, y con ese descaro.. Para llamar a la policía y precintar.. Yo desde luego nunca os lo recomendaría.