opiniones sobre el Restaurante Asador López de Aguileta

El tan afamado chuletón, según medios para mi no lo fue tanto y me explico. La carne tiene un punto realmente bueno, hecha al carbón tiene ese sabor característico... Pero detrás del carbón encuentras una carne normal, ni buena ni mala, eso si, cara para la calidad que se le presupone (42€/kg). El trato y el restaurante en si, aunque un poco antiguo, a la altura.

La carne de pecado buenisimaaaaaaaa. Las alcachofas y los espárragos templados pa morirte de buenos. En fin buen sitio cómodo, sin agobios

El establecimiento es bien pequeño ahora no tanto como su carta que es reducidisima... Me pareció caro para lo que ofrecen.... Para no volver y más si se va desde lejos.. Hacer kms para eso no merece la pena

Me parece un muy buen asador. Iba todo bien, pero la carta es muy corta. Pedí rodaballo, a la brasa, que tenía muy buena pinta. Con anterioridad había preguntado a ver si era salvaje y me dijeron que si. Mentira, era de piscifactoría y se nota un montón en el sabor. Se lo comenté al camarero, que se lo dijo a la propietaria que nos atendió al principio, pero no se dignó venir, siquiera a decirnos que a ella, por ejemplo, se lo habían vendido como salvaje. Sólo por esto, ya, va mi mala calificación y mi intención de no volver más.

Sin una carta excesivamente extensa, lo que hay siempre de exquisita calidad. Entrantes, verduras frescas... El chuletón inmejorable y los pescados a la brasa. Buena carta de vinos, sobre todo de rioja. Nosotros llevamos muchísimos años yendo y recomendándoselo a mucha gente, un acierto seguro. Es un sitio pequeñito, pero acogedor... Familiar, al igual que el servicio.

Nosotros vamos desde San Sebastián exclusivamente a degustar, en temporada, sus deliciosas alcachofas y continuamos con su excelente carne de buey fileteada sobre cuenco de barro bien caliente. Ahí se termina de hacer la carne al gusto de cada uno. De postres no tienen mucha variedad y no están a gran altura, lo mismo que el servicio que es muy mejorable. Rcs.

Bueno, qué decir tiene que ir a La bastida a comer ya es casi un acierto, pero desde luego sería un desperdicio no probar los manjares que nos ofrecen en este asador. La carne es exquisita, los chuletones te los sirven todavía mientras se terminan de hacer en su cuenco de barro. Sin olvidarnos de las manitas de cordero para quien le gusten, deliciosas. El lugar con mucho encanto, pequeño pero acogedor. Para repetir.