Romántico sitio y muy buena atención. Recomendado para ir en pareja 100x100 de verdad. La comida correcta
En realidad algunas personas me habían recomedado este lugar como un buen restaurante al que ir con tu pareja y desde luego es precioso y muy intimo. Estaba un poco asustado por las criticas referentes al personal y su atención pues me he dedicado muchos años a la hostelería y he vivido de todo. La cena perfecta, tanto en atención, servicio como comida etc etc... Mas tarde cuando llego el que debía ser el dueño no podía creer lo que veía, gritando, insultando y humillando a los otros camareros que allí estaban y habían atendido un gran numero de mesas con imposible profesionalidad y mucha mano izquierda... (porque algunos clientes son para dar de comer aparte). En un ambiente así resulta imposible mantener un buen ambiente de trabajo,héroes son los que tienen que aguantar cosas como estas día tras día, no me levante a partirle la cara a ese energúmeno por no estropearle la cena a mi pareja, aunque la cena ya se había estropeado gracias al dueño del local...
Acabo de ir hoy con mi pareja porque se lo habían recomendado, y la verdad que eramos 4 mesas y nos han servido rápidamente y el personal ha sido cortés con nosotros, como he leído en otras opiniones estoy de acuerdo en la decoración como aspecto llamativo pero la comida muy normalita y ramplona, pizzas a 14 euros, un plato de jamón de bellota a 20 euros y el jamón ese tenía de bellota lo que yo tengo de ministro. Es un sitio típico de ir porque te llama desde fuera pero sales con el convencimiento de que no vas a volver.
Encargado maleducado. Antes he leído que los camareros eran unos maleducados. Según mi experiencia no es así, más bien sólo hubo un maleducado y fue el encargado (o dueño, no lo sé), el cual al preguntarle por qué nos cobraba 9 euros por el concepto servicio, nos dijo con cierta insolencia, que el en su casa hacia las cosas como quería. Cuando pedimos el libro de reclamaciones, una amiga indico que apuntaramos su insolencia y nos dijo que los insolentes eramos nosotros y nuestros hijos. Hasta hablar con él las cosas fueron muy bien, pero ese sujeto estropeo el momento y parte del después. Una pena. Mi recomendación personal es que es un sitio regentado por un desagradable. Mejor no ir.
Decepcionante. Ese es el adjetivo que mejor califica a éste restaurante (por llamarlo de alguna manera). La decoración muy original y todo lo que tu quieras, pero se deberían de preocupar más por el servicio. Camareros, desagradables, bordes y maleducados. Al que nos atendió le faltó escupirnos en un ojo, vamos que soy yo su jefa y lo despido esa misma noche por tratar así a la clientela. Tardamos en cenar 3 horas!!! Pedimos dos ensaladas que tardaron en traernos más de 1 hora, y cuándo las vimos nos quedamos anonadados, 4 trozos de lechuga, con un poco de pechuga, 15 pavos. Pizzas insuficientes en ingredientes, la masa eso sí, enorme, así que preparaos a comer pan. La pasta en el centro del plato un montoncito. No pedimos ni postre. Para beber cerveza. Y el café... Todo por... 30 euros por cabeza! Increíblemente caro y horroroso. No vuelvo más. (cada pizza valía de 13 euros para arriba).
Nos llamó la atención mucho la decoración, imagino que como a casi todo el mundo, un sitio para ir y no repetir, comida normalita, servicio con poca profesionalidad, relación calidad-precio baja. Nos sirvieron un vino blanco a temperatura ambiente, es decir, natural, le pedimos una cubitera con hielos para enfriar el vino, ya que éste en concreto se debe tomar entre 7º y 10º. ¡¡Para nuestra sorpresa veo en la factura que nos han cobrado por el hielo 0,60€!!! Suerte que la vi en casa y no cuando fuí a pagar, sino se lo explico, eso si, siempre con mucha educación. Resumiendo, un cuento de hadas pero con final triste....
Para mí, lo mejor sin duda es el propio local y su decoración, desde luego vale la pena al menos ir a visitarlo. Es perfecto para una cena romántica con velas. Lo peor, la comida y el servicio. Suelen tardar horas en servirte los platos y la comida no es ninguna maravilla. Desde luego pagas el sitio y si hay gente es por el encanto que tiene, pero no por su comida. Hay mil italianos mejores en Valencia. Sería un restaurante perfecto si cocinaran un poco mejor y algo más económico.
Impresiona el ambiente al igual que la carta, pero el servicio nefasto a medio plato de entrantes se acerca muy amable el camarero y nos sirve lo que queda. Hasta aquí correcto, pero después tarda 30 minutos en traernos la pizza ¿porque tanta prisa? Luego una pizza nos la traen equivocada se rectifica el error. Muy bien, pero en la cuenta se equivocan y nos cobran un plato de más. Cocina normal, servicio nefasto y ambiente agradable. Pd: entrada en local a las 22:00h salida a las 0:00h y tres mesas ocupadas de veinte. Un martes noche