Restaurante: Balcón del Adarve

Fuimos a pasar el día a priego y tras haberlo visto en internet decidimos comer en el restaurante por su situación y las vistas que se pueden contemplar desde su terraza. De entrada nos hicieron esperar 1 hora de reloj para servirnos un plato de chuletas y otro de bacalao (16 euros y 19 euros respectivamente). Después de tan larga espera y sin una sola explicación por parte del camarero nos traen la comida con la desagradable sorpresa de que el bacalao estaba crudo y sin condimentar. Después de devolverlo nos hacen esperar otros 15 minutos para volverlo a traer. Estuvimos matando el tiempo comiendo pan. Cuando lo trajeron la camarera ( que sí que fue bastante correcta) nos confirmó que el anterior estaba crudo y sin salsa... En fin... Un desastre. Lo peor de todo fue que a la salida cuando intentamos pedir explicaciones al camarero que nos había atendido ( al igual que otro comensal que le había ocurrido lo mismo con su carne), se puso muy impertinente y llegó a citarnos en la calle de forma amenazadora con estas palabras "esto lo hablamos en la calle"... Jamás habíamos vivido una situación así, totalmente intolerable. Por lo que a nosotros respecta ni volveremos ni lo recomendaremos a nadie, lo que es una pena porque estas actitudes dejan en muy mal lugar a un local que por su excelente enclave sería recomendable.

Me encanto el local estilo rústico andaluz, las vistas desde la terraza espectaculares, limpio, el servicio rápido y atento, el rabo de toro estaba fetem, y el postre de mango muy bueno también, los menús muy asequibles y mucha calidad en los productos, no clavan demasiado en el vino y tienen variedad, en fin muuuuuuu gueno para aconsejar.

Hemos pasado un fin de semana estupendo en este bonito pueblo. Solamente conocíamos este restaurante a través de internet. El local está ubicado en un sitio privilegiado, la decoración es muy bonita, el trato es entrañable y a la vez demostrando gran profesionalidad, los platos bien presentados y elaborados. La relación calidad/precio es inmejorable. Ha sido un acierto y un placer disfrutar de la gastronomía que ofrecen y el trato tan cordial y profesional de sus empleados. Gracias por todo, volveremos pronto.