Restaurante: Bambola

Hemos estado varias veces en este restaurante, aunque vivimos a más de hora y media de camino. La primera vez que comimos allí nos quedamos con ganas de volver. Sirven rápido y el trato es correcto, calidad-precio muy bien. Restaurante limpio i agradable, en definitiva, repetiremos.

Pésimo. Ningún tipo de atención especial para niños, ni siquiera por ser celiacos. Le decimos que por lo menos una tortillita y nos dice que no tiene huevos. Con que hacen los creppes con saliva??!! Y para más inri después vemos como sobre la mesa de la cocina porque es abierta, para ver como hacen las pizzas a lo pakistaní) hay como mínimo dos bandejas con más de 100 huevos cada una... Por un bistec con patatas te clavan 10€. No se os ocurra ni meter la nariz en este antro.

Estoy encantada de poder comprobar que no soy ningún bicho raro. Resulta que llamé el jueves para reservar una mesa. El resultado que tuve es una declaración de guerra del propio jefe que según parece, o no entendió que yo simplemente quería reservar una mesa o no me supe expresar bien. Una cosa tan sencilla como esta y en realidad tuve una declaración de guerra. Me sentí acosada, no entendía nada de lo que estaba diciendo y me quedé, cosa rara para mí, sin poder articular palabra. Fue tal la mala educación y la violencia que tuvo conmigo por tan sólo querer reservar una mesa que no puedo entender como aún le queda algún cliente. Deseo que le vaya bonito...

Es un restaurante horrible no tendría que estar abierto no bale la pena ir a cenar. Y encima te prohíben la entrada al local y no te dicen el porque son muy malos los tratos con la gente.

Solo una palabra, horrible. Habíamos comido otras veces pero ahora ya no se puede ir, si solo fuera la comida, pero además el trato es muy malo.