La comida está bien, si lo que buscas es comida de campo, claro. Pero como ya he leído en otras opiniones aquí, parece que les gusta engañar al personal. Pedimos raciones en función de los precios del menú, y los ajustaron discrecionalmente a lo que pensaron que consumiríamos, resultando un incremento de alrededor del 50 % sobre los precios de carta, que es lógicamente en lo que nos basamos para pedir. No volveremos, ya está bien de hosteleros aprovechados. Saludos. Liher