Me encanto, la atención me hiso sentir en un ambiente familiar, el menu, con un rico sabor a comida de casa, con un menú amplio de presentación, el plato de segunda me dejo con ganas de volver a España y pasar al bar Antonio, y lo más que me sosprendio que es atendido por generación en generación, espero que nunca cierre sus puertas pues algún día me gustaría que mis hijos fueran a ese bar restauran con toque familiar. Pronto mi hija visitara España... Y se sentara donde su madre se sento.... Y mis nietas También. Para degustar los ricos salames ahumados... Espero quealgún día vuelvan a ser lo que fueron... Con mucha venta y éxito.