El comedor es pequeño, los de detrás entraron con nosotros y tuvieron que encajarse como pudieron para dejar que nosotros entrasemos. Los 4 entrantes, ricos en general pero no había almejas (en su lugar ofrecían una nécora, para dos? O langostinos, pequeños nos pusieron 6). Lo peor, el plato principal, para compartir. Rodaballo, que fue lo que pedimos, era del tamaño de mi mano, osea no catamos nada o chuleta, que no vimos pero que había también que compartir. Si los entrantes hay que compartirlos y el principal también, se debería cobrar un menú y no dos. El servicio correcto, pero no volveremos porque la relación calidad precio no compensa. Cantidades muy escasas.
Me alegro que alguien opine como yo. Ya que me parecen mosqueantes tantas opiniónes positivas. Yo viví lo mismo que tú.