Nos encanto, era nuestro aniversario y lo pasamos genial era el sitio perfecto romántico, con encanto volveremos seguro la atención genial, correcta , la comida también no lo habria hecho mejor lo pasamos genial, lo he re omendado a mucha gente
Nos encanto, era nuestro aniversario y lo pasamos genial era el sitio perfecto romántico, con encanto volveremos seguro la atención genial, correcta , la comida también no lo habria hecho mejor lo pasamos genial, lo he re omendado a mucha gente
Bonito, tranquilo y magico. De trato correcto y una carta muy buena para no perderte en demasíada oferta.
Curioso y elegante restaurante; me encanto la comida, el trato muy bueno y el precio acorde a todo ello. Recomendable
La fachada de la calle hace que te lleves una sorpresa cuando estas en su interior, lugar muy bonito y diferente a los demás en el que podrás pasar un buen rato con tu pareja ya que las mesas no están junto con otras. Comida variada y tamaño ideal. Recomiendo pasen por el restaurante.
Maravilloso sitio; cualquier detalle lo cuidan al máximo; decoración y gastronomía fabulosa. En pleno centro de Madrid no te imaginas encontrar algo igual...
Que maravilla de sitio... Que gusto en la decoración y que especial se hace todo; la comida exquisita, el precio muy aceptable y un trato agradable
El ambiente, la cocina y por supuesto el personal, invita a repetir constantemente; era una comida de negocios y mi cliente quedó fascinado
Un restaurante deiferente por el sitio, realmente magico, con una atención personalizada de 10. La comida estupenda
Un restaurante diferente a todo lo visto antes. Merece la pena darse una vuelta y verlo todo antes de sentarse a la mesa. Una vez dentro, la sensación de estar en un sitio mágico te invade y te preguntas ¿cómo este sitio ha permanecido oculto durante 4 siglos en el centro de Madrid?. Son encantadores y la comida es como el lugar muy buen producto con elaboración vanguardista que sorprende en cada plato.
Todo un hallazgo el de este restaurante. El sitio es impresionante, cuando cruzas el umbral de la puerta de entrada nada hace preveer lo que te vas a encontrar. Los habitáculos laterales te dan privacidad sin hacer que te sientas aislado. El servicio tremendamente atento. La comida y la presentación perfecta. A mi pareja y a mí nos encantó.... Fijo que volveremos.