Restaurante: Cabrils

Fuimos un grupo de 23 amigos y la verdad que tanto la comida como el servicio genial, después te tomas un par de copas sin salir del restaurante y para casa.

Un lugar encantador, donde los platos están bien presentados y muy cumplidos, además de buena conjunción de sabores en todos ellos. Los panzerotti de setas excelentes, pero el confit de pato mejor todavía, el toque de naranja no predomina en el plato, sino que se ajusta con exquisitez al paladar dejando disfrutar el ave en todo su esplendor. Los postres también buenos, aunque no sea lo más destacable. El servicio inmejorable desde el primer momento en que se entra hasta que se sale del restaurante. Atentos, pero sin agobios, y respondiendo a todas nuestras consultas respecto la carta y haciendo alguna sugerencia para los más indecisos, siempre de la manera más acertada, como por ejemplo en la elección del vino. El toque final antes de seguir con la noche lo pone la invitación al marianito (medio gin tonic) y así dar comienzo a una ruta por diversos locales de la zona. Desde luego un lugar muy recomendable para empezar una noche de viernes o sábado.

Bueno y barato, la carta muy original, mezcla de cocina mediterránea con platos de cocina asiática, nos encanto el risotto y la ensalada thai, las hamburguesas buenísimas. Por fuera parece cutre pero el comedor que esta en el primer piso es muy agradable. Cuando bajamos después de cenar el bar estaba muy animado.

Por fuera parece un bar de copas normal de la zona de mariano cubi, pero arriba tiene un comedor y abajo otro para grupos. Nos llamo la atención al pasar que la carta era extensa y original a buen precio. Cocina de eso que llaman fusión, porque había platos de cocina mediterránea como el risotto, la pasta o las ensaladas mezclados con platos de cocina thai y otros que nos dijeron que eran de cocina colombiana. Todo muy bueno, el risotto excelente, una hamburguesa que llaman gourmet con un pan de sesamo, que llevaba rúcula, una crema de queso y una espuma de mostaza deliciosa, alguien comió una ensalada thai de langostinos y pomelo espectacular, nos pusieron para picar unos chips de yuca con hummus, y la carta de vinos estaba bien. La verdad una sorpresa, yo siempre he pensado que este tipo de restaurantes con platos originales, buenos y baratos solo se encontraban por gracia o el borne, muy recomendable.

Muy bien situado en una zona llena de bares por la noche. Las raciones son generosas y la calidad buena, nos sorprendió la calidad de la carne. Tienen un salón privado muy cómodo, luego nos quedamos de copas....