Restaurante: Cambalache

Sin duda no es la primera vez que voy a comer o cenar al cambalache pero cual fue mi sorpresa anoche cuando al llegar después de previamente haber estado al medio día para reservar, lo cual al parecer no se puede hacer según el camarero que me atendió una persona de mediana edad que nunca había visto antes, me dijo que simplemente volviera a partir de las ocho de la tarde y me sentara con mis amigos. Aproximadamente sobre las ocho y media me presento dentro del cambalache y me atiende el mismo camarero, entonces le digo que vamos a ser tres personas y que yo he llegado primero. Cuando me dirijo hacía el salón para sentarme este camarero me increpa y me corta el paso esgrimiendo el argumento que mientras mis amigos no lleguen no me puedo sentar, ante mi sorpresa el camarero se limita a decirme que son reglas del local, a lo cual yo intento discrepar intentando hacerle ver que mis amigos llegarán en una cuestión de 10 o 15 minutos. El camarero mientras me estaba explicando las barrocas reglas del local se mueve con un baile característico de los camareros que no saben muy bien donde tienen que ir. Después de intentar hacer razonar a este señor, simplemente me ignora y se marcha. Ante mi estupor decido salir a la calle para fumar un cigarro y esperar a mis amigos, mientras tanto no para de entrar gente en el local; quizás este de moda sobornar al camarero para que te guarde una mesa. Diez minutos más tarde llegan mis amigos a quienes les explico la situación tan heterodoxa e irregular, acto seguido entramos en el local para observar como el salón esta completo y no podemos sentarnos aunque queda una mesa de séis personas junto a la barra con una única persona sentada, un único abrigo, y ni rastro de nadie más. Increpo al mismo camarero sobre la situación actual del salón, me ignora y se marcha con su baile, mi novia intenta hablar con el camarero para explicarle que según sus reglas barrocas este señor debería abandonar la mesa y así poder sentarnos. Pero que culpa tiene el hombre que está tranquilamente sentado esperando a su familia u amigos para poder pasar una tarde tranquilamente comiendo y bebiendo. Nos marchamos a otro sitio; el delta 3, una atención estupendo y precio adecuado y las mismas reglas de toda la vida de los bares de tapas. Espero este comentario sirva de guía para aquella personas que duden donde ir, aunque si quieren ver un buen bailarín creo que el cambalache no es mal sitio.