Restaurante: Can Branques

fue un 1 de enero de 2004 cuando por casualidad, mi mujer y yo dimos con este lugar. Se trata de un restaurante a la antigua usanza donde el la comida y el trato familiar nos dejaron un buen sabor de boca. la sopa, el pato,los canelones y los postres que nos sirvieron, aún son recordados por casa. El precio fue de lo más razonable.

Del vino no puedo opinar, pues no tomamos alcohol.

Tráfico es especialmente restrictivo, y más en esa carretera donde la presencia de controles y de radares es abundante. Pero me niego a opinar acerca del sentido recaudatorio o garante de nuestra seguridad por parte de la DGT en la C-17...

En abril del 2008 tenemos pensado hacer una visita;esta vez con nuestra niña de un año.Quien seguro se sentirá como en casa de su abuela.

Han pasado cuatro años y espero no llevarme un desengaño con ese local que en su momento nos cautivó. Aunque a los que somos de paladar enamoradizo, ya hemos aprendido a convivir con los idilios frustrados que hemos tenido con muchas mesas de este país por culpa de jubilaciones prematuras, falta de personal cualificado , relevos generacionales traumáticos , avaricia sobrevenida, la llegada del euro, o la crisis que se cierne etc...