Lugar muy agradable con buen servicio y precio-calidad aceptable. El estar situado al lado del mar, garantiza sentirme en un medio agradable.
Lugar muy agradable con buen servicio y precio-calidad aceptable. El estar situado al lado del mar, garantiza sentirme en un medio agradable.
Excelente la comida, hicimos el menú degustación. La paella marinera excepcional. Trato de los camareros también muy cordiales, nos gusto y repetiremos.
Platos muy buenos. Mejorable el punto de arroz, el resto muy bien, sobre todo el pica pica del menú.
La comida es buena, pero las raciones son justitas. Me ha parecido caro. 2 primeros (calamares y alcachofas), 2 raciones de paella, 1/2 l. De agua, 1/2 botella de viña esmeralda, 1 trinaranjus, 1 helado, 1 sorbete, 1 magnum (helado frigo) y 2 cortados, 84,36 €. La espera para los postres y el café ha sido muy larga y los hemos tenido que pedir varias veces. El restaurante conecta directamente con su terraza de la playa, donde también se puede comer, pero no dejan usar la puerta de conexión directa (dicen que es solo de servicio). Si tienes que ir de un sitio a otro te hacen dar la vuelta al edificio, por fuera, pasando por una acera estrecha al lado de la calle por donde entran los vehículos a puerto balís. Sobre todo para los niños, puede ser peligroso.
Restaurante no recomendable para ir con niños. Trato poco adecuado. Relación calidad/precio caro. Raciones justas. Estuvimos 2 adultos y mis 2 hijos de 2 años y 4 meses y el trato no fue correcto. La ubicación en medio del comedor con apenas espacio para moverse (habíamos solicitado reserva telef. ), cuando solicitamos otro lugar nos ponen problemas y de malos modos. Especialmente desagradable el sr jaume. Para más infortunio, solicitamos una paella de "bolets" se sobrentiende que es la de "espardenyes"(única que lleva bolets) y nos traen la marinera. La respuesta es que no hay textualmente una sóla de bolets. Al ir con nuestra hija que tenía que comer ya no solicitamos el cambio. No volveremos.
Fuimos a comer mi marido y yo con nuestros hijos de 2 años y cuatro meses. Previa reserva de mesa para dos personas e informando que también llevábamos 2 carritos, al llegar nos ubican en una mesa para 2 personas, justo en medio del comedor, con el mínimo espacio para la mobilidad. Le comentamos al dueño que nuestra hija comerá con nosotros, ante lo cual se muestra enojado y nos dice que teníamos que haberle informado (el restaurante está prácticamente vacío, eran las 13:30 h. ). Nos colocan en una mesa para 4 personas. Pedimos varios platos y paella con bolets y espardenyes, en su lugar nos traen paella marinera. Le comentamos al camarero la equivocación y acude el dueño diciendo que paella con bolets no tenian... Nuestra hija no puede esperar más tiempo parar comer así que nos conformamos con lo servido (que remedio). La comida está buena pero las raciones son justas por no decir escasas, en relación al precio. Desde luego no repetiremos.