Este restaurante Can Martí de Sitges ha perdido mucho! sobretodo éste último año. Nosotros siempre habíamos sido clientes en muchas ocasiones, siempre que visitábamos Sitges mi madre me llevaba a comer a este restaurante, cual es mi sorpresa que, la última vez que fue mi madre con su hermana el servicio fue de lo más grosero e impertinente, rozando ya la falta de respeto hacia dos personas mayores que son mi madre y mi tía. Lo que pasó es que pidieron una paella y estaba tan salada que mi madre no se la pudo comer, mi tia se la comió a la fuerza porque le sabia mal quejarse y se la comió porque tenia mucha hambre. Luego cuando vino el camarero o metre encargado que estaba ahí ese dia, tomó una actitud en tono burlesco en cuanto le dijeron que la paella estaba salada. Le pidieron al camarero que por favor si podía venir el cocinero, y que la probara y le dijo en tono impertinente, "si para ustedes saldrá el cocinero, como si no tuviese otra cosa que hacer! Fatal! ¿esto es forma de tratar a los clientes de toda la vida? Luego no paraba de insistir en que las señoras mentían importunandolas en todo momento, hasta que mi tía le tuvo que decir que por favor basta!, que parara de hacer esos comentarios este sujeto que las estaba importunando todo el rato con sus comentarios. Les hizo pasar una situación muy tensa y desagradable! Y ni siquiera le cambió el plato a mi madre por otra cosa, que no comió nada la pobre, pero que al final si que se lo cobraron claro... Fatal Restaurante Can Martí! ya has perdido, no solo dos clientes asiduos, sino a toda la familia que va detrás sus hijos sus hermanos, primos y amigos porque el boca a boca hace mucho y más la opinión aquí expresada! Lo siento pero no se puede tratar de esta forma a unos clientes de toda la vida! Espero que tomen las medidas oportunas y les auguro un mal futuro si siguen por este camino con la crisis que estamos pasando! Roser
Muchos empresarios en hostelería se empeñan en reducir costes y no contratar personal profesional por pagar sueldos inferiores. Un gran error sobretodo cuando hablamos de locales de prestigio. Un buen metre habría pedido disculpas, les habría ofrecido otro plato y todo habría quedado en anécdota porque un fallo lo puede tener cualquiera...