Fuimos con la madre de mi pareja y nosotros dos. Nos acercamos porque nos dijeron que era una brasería y la yaya tenía el capricho. Pedimos sopa de caldo, xatonada, ensalada de queso de cabra, pierna de cabrito a la brasa, secreto y pollo a la brasa. El caldo era de brick... Una vergüenza.. La xatonada tenía trozos de bacalao super blanduchos casi deshechos y olían mal. (se lo dije a la camarera quien se giró sin hacer el menor caso). La carne la sirvieron con patatas fritas congeladas y eso que pedimos pimientos a la brasa.. Cuando nos quejamos de eso también, la camarera dijo que solo había pimiento escalivado y trajo dos mini pimientos rojos de bote... Seguimos. La carne tanto del cabrito como el secreto, era hecha en el horno de brasas nada de nada y super seca y dura... De postre una crema catalana que llevaba más harina que las gachas... Un desastre. El precio total de la broma casi 100 euros... Ah!! Se me olvidaba. La yaya pidió un café con leche para finalizar la comida ya que le gusta flojito y le apetecía... Cuando lo pidió la camarera respondió: ¿un café con leche???? Con cara de espanto y le sirvió un cortado, olé, olé, olé. Muy desagradable el trato en el servicio no tanto así otro camarero que si que tenía tablas... Pero solo vino a retirar. Desaconsejo este restaurante que es la vergüenza de las braserías. Ojalá lo tomasen de ejemplo de lo que no hay que hacer. Gracias por permitirme opinar