Restaurante: Candela

Nos sentimos engañados! Solo sirven tapa si no comes, si decides comer no hay tapa, una estrategia con mucho sentido. La mesa delante nuestra con 2 cervezas comieron la misma cantidad que nosotros, pagando solo las cervezas! Segun el dueño somos nosotros quienes no entienden (al ser de Madrid)???? Vamos para volver!!! Ojo si váis con niños y pedis espaquettis, el queso lo cobran a parte 2€!

La primera vez que fui nos atendió el camarero más mayor, creo que es el dueño y fatal vamos, la comida estaba buenisima pero el servicio fatal, nos tuvo casi 45 minutos esperando por la bebida y el pan, y después la comida también tardo, en total hasta que empezamos a comer paso 1 hora y 15minutos, y bueno nos quito el plato sin preguntar si habíamos terminado, ni hola, ni gracias ni nada. Vamos que salimos de allí y dijimos que no volvíamos, pero he vuelto y me atendió una chica majisima así que bueno... Os recomiendo el solomillo es mantequilla pura, riquísimo.

El sábado pasado estuve cenando en este restaurante y la verdad que el camarero nos hizo pasar una de las peores veladas de nuestra vida, su trato fue casi vejatorio, quizá se pensaba que no le íbamos a pagar, decepcionante experiencia, no lo recomiendo a nadie. Muchas gracias

Uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Es un italiano pero poco tiene que ver con Italia salvo por sus magníficas pastas. Platos de vanguardia como el carpaccio de gambas con vinagreta o las mollejas con foie al PX, los spaguetis de Reyes, la lasagna de centollo y un bacalao excepcional (pasas, cebolla y piñones). Coulan de avellanas con helado casero o flan de nata hacen el postre obligatorio. Magnífica carta de vinos con nuevos nombres del panorama nacional. Todo lo que tomamos estaba buenísimo.