Restaurante: Casa Alcalde

Conozco este establecimiento hace años, además me dedico a la hostelería. Hace años este establecimiento era referencia estatal en lo que a jamón de bellota se refiere. De hecho, el jamón es, aún hoy día, lo único que podría sacar a este local de la inmundicia en que se encuentra. Yo soy hostelero, pero creédme que no hace falta serlo para darse cuenta de que en esta casa "no se tira nada" y es que solo viendo las texturas que acaban adquiriendo determinados pintxos de esta barra uno se da cuenta de que no están recién hechos. Sospecho que aquí lo que sobra de un día, se vuelve a poner al siguiente. Esta crítica que hago, aun en referencia a los pintxos, da una clara idea de la ideosincrasia de los propietarios que, tratando a los clientes de tontos redomados, no dudan en mofarse de ellos incluso. Esta claro que en esta casa hay algo que no va mal, y me temo que la responsabilidad pasa por sus gestores y propietarios.

Estoy muy defraudado con la actitud de la persona que me atendió. Le pedí una cazuela de chipirones, los pruebo y me dan la sensación que no son chipirones, eran tiras y congeladas. Cuando le dije al camarero que era incomibles me repitió varias veces que eran frescos,""mentira"". Un producto que se deshacía al cogerlo y era como chicle. Y muy mal cocinados, sin sabor. Un profesional no te discute, te retira el plato y te ofrece otro producto. Desde luego no comí nada y me cobro. Cuanto tienen que aprender. No tienen ni idea, muy mal. Os aconsejo que no entréis hasta que cambien de actitud.

Estoy muy defraudado con la actitud de la persona que me atendió. Le pedi una cazuela de chipirones, los pruebo y me dan la sensación que no son chipirones, eran tiras y congeladas. Cuando le dije al camarero que eran incomibles me repitió varias veces que eran frescos,"mentira". Un producto que se desacia al cogerlo y era como chicle. Y muy mal cocinados, sin sabor. Un profesional no te discute, te retira el plato y te ofrece otro producto. Desde luego no comí nada y me cobró. Cuanto tienen que aprender. No tienen ni idea, muy mal. Os aconsejo que no estéis hasta que cambien de actitud.

He probado este establecimiento 3 veces: ya no vuelvo más.
Hace 4 años todavía se podía ir, pero la última vez (marzo 2008) ya quedamos todos hartos de pagar tan caros unos pintxos que además son muy escasos. Tanto turismo le está afectando a la calidad y a la cantidad... Y los precios por las nubes.

No vuelvo más, honestamente. En Barcelona hay un restaurante vasco donde los "montaditos" les dan mil patadas a los de Casa Alcalde, así que... ¿para qué voy a darme la paliza de tantos kilómetros?.