Cocina normal con precio alto. Servicio muy malo, poco profesional, la dirección es muy prepotente en cuanto tienes el mínimo problema. Se puede ir a comer pero que no te pase nada.
Cocina normal con precio alto. Servicio muy malo, poco profesional, la dirección es muy prepotente en cuanto tienes el mínimo problema. Se puede ir a comer pero que no te pase nada.
Buen trato, buena comida y presentación, los postres cada día mejor, buenos vinos y excelente carne, aunque también muy buenos pescados.
Sitio muy clásico, buena comida y servicio pero carísimo. Un auténtico exceso. Los pimientos confitados son lo mejor con diferencia. La carne es de trasacar (calidad) pero no pesa lo que luego te cobran. Comes bien, pero se te queda cara de tonto cuando ves la cuenta. No invitan ni a un chupito y te estafan en la carne. La carta de vinos carísima, desfasada y antigua. Por una ensalada, un chuletón con pimientos y un vino de los baratos de la carta, con 2 copas: 127 e. Comida de 80 como mucho.
Es carísimo, por un poco de carne y un vino normalito pagamos 100 eurazos y encima nos cobro 3 euros por un chupito. Una vergüenza para la fama que tiene. No volveré
No comparto para nada tu opinión, un poco de carne?? Si peca de algo es de exceso y calidad. Un saludo!
Una buena carne, y bien trabajada, eso es todo. La carta de vinos ya nos ha sorprendido más una vez con caldos caducados que un sabihondo y desconsiderado camarero nos pretende hacer pasar por buenos. Tampoco es la mejor carne posible (acuérdense del sueve, en Gijón) y la cobran como si fuera de vaca sagrada de la india. Falta variedad,renovación y autocrítica y sobra prepotencia.
No tengo nada que decir todo excelente en este restaurante.