Excepcional en cuanto a la cocina, calidad y trato del personal. Cenanos un plato de jamón, cocochas al pil pil y calamares en su tinta. Magnifico... Esto si es cocina española y elaborada... Calidad 100%
Excepcional en cuanto a la cocina, calidad y trato del personal. Cenanos un plato de jamón, cocochas al pil pil y calamares en su tinta. Magnifico... Esto si es cocina española y elaborada... Calidad 100%
Hace decadas que lo conozco, y hacia mucho tiempo que no iba a cenar. Pero me lleve una desilusión. Cenamos: salpicón de marisco, muy mediocre, parecía los restos de los carros de centollo y de los bogavantes que sobran de otras cenas. Estaba seco, con un poco de lechuga y mayonesa. Les invitaría a que degustasen el del "refugio de oleios" en la Coruña. Al mismo precio, se parecen como un huevo a una castaña. Vamos lamentable el salpicón del cartero, retirenlo, no engañen a nadie. Almejas a la sarten, sic.... Eso que el camarero (muy profesional el señor) nos dijo que eran la especialidad de la casa. Vamos una almejas buenas, se comen crudas, a la plancha con un poco de ajo, a la marinera.. Sin historias. Estas erán buenas pero la salsa de la sartén poco más que aceite llevaba. Na de na. Bogavante: a la plancha, para empezar no nos enseñaron la pieza, con lo que yo no se si estaba muerto, vivo, congelado o fresco, mala costumbre. Excesivamente echo en la plancha, por 60€ una pieza de 750 gr. Que no aportaba nada. Vinos: marques de murrieta (reserva), bien lo sacaron a buena temperatura. Postres: declinamos, nos ofrecieron arroz con leche de "la aldea", hay que joderse, " nos lo traen de la aldea, nos lo hacen artesano especialmente para nosotros", vamos total garantía de higiene.... La oferta demasiado pobre y limitada. Mucha buena intención... Pero nada. Pagamos 138 € por dos, y les juro que no me quejo por el precio, me quejo por la calidad de lo degustado. Puntuación 4/10 había 2 mesas, era jueves. Los días de gloria de este estblecimiento han pasado, al igual que los de la mayoría de sidrerías de Gijón (salvo 2 ó 3 expct), en esta dinámica están "el cartero", "c. Justo", e incluso "la zamorana"... Salvo a ataulfo, que pese a ser "muy agaradable" (el) y la sidrería, la cocina es un 10. Que pena que sea tan pequeño y el la alegría de la huerta. En realidad no me voy a casar con el, con lo que su carácter no influye en lo que hace. Vamos que Gijón del alma, lo de la crisis o cambia o tus sidrerías hacen aguas.
La mejor sidrería de Asturias tanto en la calidad de la comida como en la inmejorable sidra que escancian, amable servicio con grandes profesionales. Te cambian los vasos cada poco
Mucho cuidado con este sitio!!! No recomendable. Os cuento, estuvimos comiendo 4 parejas, pedimos una nécora por persona, 1 ración de cocochas, una de almejas, una de mejillones, una de rabas y 2 nécoras; regado todo ello con 2 botellas de vino blanco. Empezó todo estupendamente puesto que las nécoras que nos sirvieron estaban increíbles y el vino que nos estaban sirviendo también lo estaba. A continuación nos fueron sirviendo el resto que ya no estaba tan increíble, a la vez que el avispado del camarero no hacía más que rellenarnos las copas con la botella que estaba en la hielera junto a la mesa. Lo que nosotros no sospechábamos, ya que estábamos en una animada charla, era que el listo de él no hacía sino abrir una botella tras otra sin decirnos nada. Todo esto, junto con los centollos que nos trajeron completamente salados que no pudimos comer, uno de nosotros se intoxicó y se tuvo que marchar al hotel, más la cuenta que ascendió a 520€, y que el dueño ni se dignó a darnos una explicación ni dar la cara, hace que os prevenga de este sitio ya que la experiencia fue de lo más desagradable.
4 parejas= 8 personas. Con el tipo de viandas "de lujo" consumidas y las botellas "trasegadas" creo que el precio está en su contexto. La calidad en "el cartero" está más que refrendada por miles de clientes en su historia
Cada uno come las viandas que le salen del bajo vientre, y lo que cuenta este señor, me parece creible, ya que la tecnica del "encharque por despiste" es muy habitual en las sidrerías (todos sabemos de que hablo). El error fue no devolver los centollos por salados, y de no ir al hospital por la intoxicación. Ya verias, si llamas a un taxi para ir al hospital sobre la marca, como sale eldueño cagando leche. Le creo totalmente. A la hosteleria de Gijón le falta criterio (no a todos).
Una muy buena sidra siempre y en su punto. El restaurante tiene precios desorbitados fuera de toda medida y que ni los valen: ni el producto, ni el tipo de instalación, ni por supuesto la cocina.
Uno de los templos de la sidra, que casi nunca defrauda. La cocina no es nada del otro mundo, condimentada en exceso y nada refinada( su clientela tampoco parece exigir este extremo). Precios, eso sí, de alto standing, que en absoluto se justifican por la calidad ofrecida. Para tomar una botellas de sidra bien tratada, lo cual no es poco en los tiempos que corren
Teníamos pensado ir después de oír en el programa España para comérsela pero después de vuestras opiniones hemos desistido de la idea. Gracias