Fuimos expresamente a comer la olla podrida, después d haber reservado una semana antes y habiendo dicho que la queríamos comer, cuando llegamos nos dijeron que no había, y todo x que tenían una mesa reservada d 15-20 personas y, claro,iban a comer olla podrida. El maitre no vino a disculparse o dar una explicación, lo que denota pica profesionalidad. X supuesto nos levantamos sin comer, comimos en otro restaurante d la misma plaza. No volveremos a casa galín nunca.