El local es muy acogedor con buen servicio y la comida no tiene nada que desear a otros restaurantes de más categoría. Además el precio es adecuado para estos tipos de servicios.
El local es muy acogedor con buen servicio y la comida no tiene nada que desear a otros restaurantes de más categoría. Además el precio es adecuado para estos tipos de servicios.
Menjar vulgar i fred servei lent esperes llargues per menjar precuinat i recalentat qualitat/preu molt baixa decebedor
Descubrimos casa marieta por casualidad, caminando por el "barri vell"y des de entonces cada vez que tenemos algún evento importante, sabemos que ir a casa marieta, no fallamos. Nos encanta el sitio, el personal nos atiende muy bien y la comida es excelente. ¿que más se puede pedir?
Decepcionante. Mesa reservada para las 15. 15, nos sentamos en la mesa a las 16. 30. No tienen ni la mitad de platos y ademas comentan que no hacen más brasa. Mal trato, mala resolución de incidencias. La comida escasa y fria. Para no volver
Ha sido una cena buenisima lo recomiendo estamos aki unos días de vacaciones y volveremos antes de irnos calidad precio inmejorable trato perfecto
creo que nunca he encontrado un restaurante que con las 4 veces que he ido, cada vez que he salido, hemos tenido más ganas de volver. La mejor calidad dependencias y precio
Hola, soy Ana. Escribo para comentar que estuve con unas amigas viendo Figueres, Cadaqués y Girona el primer fin de semana de Junio. El último día, terminamos la visita a la ciudad comiendo en Casa Marieta, restaurante recomendado por Pere, nuestro guía. Estuvo genial. Todo estaba exquisito, muy bien preparado y presentado. Pedimos unos entrantes a compartir y un segundo plato para cada una. Vino, por supuesto Viñas del Vero, Postres y para terminar, pedimos café irlandés que para variar, estaba fabulosamente preparado. El trato fue estupendo. Volveremos seguro. Nos quedamos encantadas.
Estuvimos el día 5 de enero y la verdad es que no nos podemos quejar de la calidad de los productos que comimos. Comenzamos con unos entrantes, ensalada de la casa, croquetas caseras buenísimas, espárragos trigueros. Luego pasamos al entrecotte de buey, bastante tierno, delgado. La merluza, fresca y de buen sabor. Presentación somera donde predomina la calidad del producto. El vino algo caliente, un Cabernet Sauvignon. Lo mejor, sin duda, la calidad del producto y los precios. Lo peor, un servicio demasiado frio, poco atento o que no nos acababa de encajar con la antigüedad y familiaridad del restaurante que se le supone. La decoración está muy lograda, sobre todo teniendo en cuenta la antigüedad del restaurante, de finales del XIX. Dispone de varios salones con diferentes ambientes y la separación de las mesas permite tener conversaciones privadas sin demasiados problemas. Un sitio adecuado para reuniones de negocios, cenar con tu pareja o comer en familia.