Restaurante: Casa Pascualillo

Fui por recomendación. Llevé a mis padres, que vinieron a visitarme a Zaragoza. Por desgracia, el trato humano que recibimos lejos de ser cálido y simpático, fue frío y vejatorio. El camarero que nos tomó nota, no sólo no nos ayudó, sino que nos maltrató con su indiferencia y poco respeto personal. Por mi impresión, si no eres cliente habitual y los prejuicios del camarero le inducen a pensar que eres forastero (no es el caso, pero da igual), te maltratan. Por tanto, mi recomendación es visitar otro lugar de trato más amable; no merecen el prestigio que, a todas luces, proviene del pasado. Por lo demás, platos ricos pero algo escasos. Si no pides entrante, primero y segundo, acabarás comiendo más pan que otra cosa, que por cierto fue lo que acabamos haciendo, pese a pedir todos los platos. Por otra parte, no te ponen copa para agua, ni plato auxiliar para entrantes compartidos; tienes que pedirlo y con algo de incomodidad te lo traen; siento ser tan exigente…

He estado en este restaurante-tapeo en 4 ocasiones. Yo siempre he ido para tapear. Como siempre he hecho y como ya me indicaron la primera vez que fui, para tapear solo están las mesas que están en frente de la barra, las de dentro son para comer de carta, porque al decir siempre que no iba de carta nunca me han pasado dentro (claro no iba a hacer tanto gasto ¿?). En las mesas de tapeo no hace falta reservar, el primero que llega se va sentando, el cliente tiene que estar atento, esto es lo que siempre me han dicho. Pues eso hicimos nosotros. Cual es mi sorpresa , que después de esperar unos 45 minutos, el dueño pasó a 2 clientes que iban detrás de nosotros. Yo reclamé y me dijo que ellos ya eran mayores, que ya no veían a la gente, que tampoco sabían si queríamos tomar algo (vamos que el que no quiera pasar frío que entre en este restaurante, que si no pide nada, tampoco le dirán nada). Se excusó que no nos habían visto, se rieron, pero literalmente lo digo, a carcajada, una falta de respeto increíble. A nosotros incluso el camerero nos dijo de tomar algo mientras esperábamos, o sea que nos vieron. De todas maneras, no es la primera vez que me hablan mal de este sitio, el trato que dan los dueños no debe gustar a la clientela, de la clientela y del propio personal me han llegado comentarios de mala educación. Siempre he visto mala organización en este aspecto, pero la falta de respeto es ya el colmo, ya que además tampoco es que sea barato este sitio. Lamentablemente las 3 personas que estábamos allí no volveremos a ir. Me da vergüenza que un sitio de mi ciudad tenga tan mala atención con la gente, que pensarán los que vengan de fuera.