La comida estupenda y el servicio muy correcto. Todo muy bien, pero la cuenta se disparó por las bebidas y el pan.
Trato exquisito, pescado fresquísimo y muybien elaborado. Los arroces inmejorables. Te tratan como a un amigo.
Concretamente hemos ido a comer el lunes ya que nos dijeron que estaba bastante bien, la sorpresa fue todo lo contrario. Pedimos un arroz a la marinera y para picotear unas patatas a lo pobre con chistorra (10€ sin IVA la sartencilla con cuatro patatas y dos trozos de chistorra. La sorpresa fue cuando llega el arroz de tres en una paellera enorme pero la capa era superfina y pegado el arroz abajo. Tenia literalmente la paella cuatro langostinos congelados y 3 almejas y unos 7 pedacitos de calamar congelado, tocamos a un platito cada uno del cual la. Mitad estaba pegado a la paellera. Nos tomamos 6 cañas de cerveza y 3 tartas de queso. Todo eso para 3 personas 92€, los precios vienen sin IVA y la calidad es horrible, nos tomaron el pelo como en ningún lado.
Repetiremos, muy buena calidad. El trato excelente. Los postres caseros son deliciosos y las rosquillas del final con la mistela el remate final, dejaros un hueco para ellas.
La personas que están sirviendo están demasiado revolucionadas. Cuando se va a cenar a un sitio, nadie quiere que las personas que sirven estén demasiado pendientes de uno mismo. Tiene que tomar nota, servir y estar pendientes de si falta algo. Y en este restaurante falta profesionalidad.
Restaurante casero y muy auténtico. La calidad de la materia prima excelente. El servicio ágil y profesional. El solimillo que pedimos espectacular (relación calidad precio acertado), la ensalada de tomate raf riquísimo, las cigalas deliciosas, pero el filete de rodaballo (al mismo precio que el solomillo casi 20,00€, me parece excesivo) dejaba que desear. La presentación pobre, el rodaballo cocinado en exceso a la plancha quedaba seco e insípido. Por lo demás un restaurante mucho más que recomendable. Volveré (pero no pediré rodaballo).
De los mejores restaurantes que conozco (excelente sus cigalas con ajos tiernos) y se puede ir siendo del Barça lo aseguro.
Sitio con cocina a la vista, cosa de valorar con los tiempos que corren, ambiente familiar, de los pocos sitios en Alicante donde se puede comer un buen arroz, el de sepia con alcachofas y gambas meloso increíble, recomendable su visita, su carta de vinos es de nivel 10 para la capacidad del restaurante, precio entre 30-40 euros
volveremos a este sitio