Restaurante: Casa Sacra

Llame con anterioridad para reservar, dijeron que sin problemas, que las tres de la tarde era buena hora. Llegamos y sorpresa, no le quedaban la mitad de los platos del menú. El camarero tenia prisa por cerrar y te quitaba los platos sin acabar de comer. Una chuleta a la parrilla no era más que un manojo de nervios y grasa. Y por los alrededores, tanto al llegar como al continuar la carretera vacas a montón. Resulta ridículo que en Galicia te pongan una carne tan mala. Y por si fuera poco, el precio desmesurado, para una ensalada a compartir y la carne mencionada. Algunos se quejan de la crisis, pero estos en particular, la buscan ellos mismos.

Pasamos por la puerta y decidimos parar a cenar; nos gustó tanto que al día siguiente volvimos tanto por la comida como por la amabilidad y el excelente trato de silvia y pablo. Los tacos de ternera estaban exquisitos, la croquetas caseras deliciosas, la ventresca superior y por boca de mi marido, las zamburiñas estaban buenísimas (tanto que repitió). Sin duda, en nuestra próxima visita por la zona, nos pasaremos por allí.