Restaurante: Casa Santa Cruz

Me ha parecido increíble, me habían hablado fenomenal del sitio, pensaba celebrar la comunión de mi hijo allí. Menos mal que he ido a probarlo, el servicio ha sido de lo peor que he sufrido nunca, ninguno de los comensales hemos comido el segundo plato a la vez, han tenido que traer otros platos por servirlos fríos, increíble de verdad. Por supuesto el precio no tiene nada que ver con el servicio recibido.

En una cena de empresa programada para las 9.30 de 24 personas a 42 euros el menú, total 1008 euros, nos cobraron 10,50 euros por 4 consumiciones que se pidieron 4 minutos antes de empezar el evento cuando lo que se pidió estaba incluido en el precio. Vergonzoso, ruin y con poca clase por parte del restaurante. Por cierto, menos mantel y más cuidado de los baños

Fui a la comida de navidad y me sento hasta mal la comida, tardaron entre plato y plato una barbaridad y se nos quitaron hasta las ganas de comer, el camarero super pesado interrumpiendo la comida abriendo la puerta del reservado cada dos por tres y robando intimidad y aparte estuvo toda la comida mirando a mi mujer, me puso de los nervios tanto que me sento mal la comida.. Aparte que carísimo para una familia. No se lo recomiendo a nadie ,

A pesar de que la comida estaba buena y que los camareros/as se deshicieron en disculpas, el servicio fue pésimo, desde el minuto 1 la persona que cogió mal la reserva y seguía dudando de su error a pesar de mostrarle la reserva online y haberla confirmado por tlf, errores en los entrantes que no se correspondían con lo que habíamos pedido y que tardaron muchísimo tiempo, tardamos 2 horas en recibir los platos principales, 3 horas en comer y nos fuimos sin tomar café ni postre con una cuenta gastronómica que además también incluía 6 bebidas en barra que no habíamos consumido. Sólo éramos 7 personas y era un día laborable, ni siquiera estaba lleno! No volveremos ni lo recomendaré a nadie, por supuesto.

El día 7 de octubre fuimos a celebrar el bautizo de mi hija y todo fue un desastre, entre plato y plato te podías ir a dar una vuelta porque tardaban un montón en traer los platos, se confundieron con el menú infantil(teníamos contratado uno y empezaron a traer otro distinto), los solomillos venían la mayoria crudos y se los tenían que llevar otra vez y solo se dedicaban a servirte vino en las copas para tenerte entretenido, vamos que no repetiré más el mal trago que pase, ni se lo recomiendo a nadie