Mala educación fuimos el día de la madre mi mujer y yo con los tres kilos y un bebé. . Nos dieron mesa a la 13:30 porque era la única hora que había. Nos metieron en un sitio minúsculo a los seis. Nos sirvieron a toda prisa y nos dieron la cuenta sin pedirla. A las 15:00 h me dice el responsable que nos tenemos que ir porque tenía la mesa reservada a esa hora cosa que yo no sabía. Está claro que estos días quieren hacer su agosto metiendo dos servicios de comida en la misma mesa. Pero eso no es culpa del cliente si no hay tiempo para que comamos tranquilamente pues que no me den mesa. Además me montan el numerito delante de mi mujer siendo una fecha tan señalada. Una vergüenza. No volveremos. Por cierto no es nada barato y te cobran el pan y la bebida a precio de oro.