Si hubiesen 10 estrellas, serían las que pondria. Un excelente trato, compañia y sobre toto la comida. Quedamos encantados por el ambiente y por antonella. Volveremos seguro. Un lugar asi, se tiene que repetir.
Si hubiesen 10 estrellas, serían las que pondria. Un excelente trato, compañia y sobre toto la comida. Quedamos encantados por el ambiente y por antonella. Volveremos seguro. Un lugar asi, se tiene que repetir.
Massimo y Antonella es una pareja encantadora que hace que la estancia en su celler se convierta en unas horas muy agradables: en el caso de massimo, explica con enorme pasión el proceso de elaboración de sus vinos a través de la visita guiada. Por otro lado, antonella es una anfitriona excelente que disfruta viendo disfrutar a sus clientes, además de ser una cocinera notable. También es de destacar los productos de su huerta, excelentes y bien cocinados. En resumen, un lugar apacible y tranquilo para pasar unas horas en un ámbito tranquilo y amable.
Restaurante muy agradable y diferente, ya es hora de volver a la comida de calidad de verdad, los vinos excelentes y los propietarios también! Enhorabuena, para recomendar.
Muy bien, calsot, carne y todos los vinos que hacen ellos son de primera, precio correctisimo, el sitio es.... Hermoso. Todos encantados, para recomendar, es que es pequeño y no hacen publicidad pero siempre esta a tope. Postre inolvidable, y te dan la receta!
Una calçotada excelente, las carne y los calçots y el vino todo de primera calidad, hecho todo al momento, el ambiente muy familiar. Ellos tienen un proyecto muy bonito, la visita al celler ecologico fue larga pero super interesante. Nos lo han recomendado con mucha razon, optimo para quien busca calidad en la comida, relación calidad-precio optima, volveremos seguro.
La comida es buena, y el trato y todo es bueno, pero el precio es muy caro por la calidad/precio que hay en el genero. Claro esta que se paga todo el ambiente y el paisaje... Pero no me ha convencido en su totalidad. Podria ser mucho mejor
Previa reserva para un domingo de diciembre, 27 amigos quedamos para comer en el celler. A nuestra llegada nos recibieron los dueños del celler muy amablemente y con mucha simpatía. Nos agasajaron con un aperitivo con embutidos y quesos de la tierra todo regado con uno de sus vinos ecológicos. Buenísimo. Después hicimos una visita a la bodega donde se nos explicó como producen sus vinos, todo artesanal y ecológico, se nos dió a probar algunos aún no concluidos y sobretodo inmejorable la forma didáctica y fácil de entender de las explicaciones de máximo. El vino que producen son de las viñas de sus propias fincas. Luego entramos en el comedor habilitado dentro de la misma bodega, con su estufa de leña, y empezamos a comer un fantástico menú, pactado de antemano, con una focaccia recién hecha, verduras de temporada ecológicas, una carne exquisita con patatas al caliu hecha en su gran barbacoa, unos postres buenísimos hechos por antonella y todo acompañado de sus diferentes variedades de excelentes vinos. Después unos cafés o infusiones con unos chupitos. La atención y el servicio que nos dieron fue inmejorable. El trato que recibimos fue muy correcto y familiar y sobretodo pudimos hacer una sobremesa muy larga sin que nadie nos apremiara para que marcháramos. Los niños pudieron jugar en el exterior, una gran explanada con terraza a unas bellas vistas donde en un cercado hay un "ruc català" y una hermosa yegua. Fué una gran velada,inolvidable. Volveremos a repetir.
Es un lugar con mucho encanto, paisaje genial. Lo que más hay que destacar es la calidad de sus productos y un trato excelente, muy familiar y con muy buen gusto, vinos excelentes. Muy muy recomendable.