Restaurante acogedor con correcta separación de mesas de decoración tradicionsl y moderna a la vez y von un servicio atento y muy profesional. Limpio y de precio no económico pero ajustado al tipo de comida.
Muy agradable el local, buen servicio y la comida estupenda¡¡. Un descubrimiento. Para volver y recomendar.
Una muy grata e inesperada sorpresa, encantadora la amparo y la cocina fantástica. Volveremos pronto y recomendaremos con mucho gusto
Fue fantástico, no esperábamos encontrar un restaurante de este nivel la verdad, fue espectacular todo el día ya que fuimos a preparar un ruta de senderismo que haremos en mayo con 50 personas, obviamente no podremos ir al mismo restaurante però para nosotros fue una sorpresa, servicio muy correcto, el restaurant acogedor y con encanto, los platos muy elaborados y de gran calidad, no esperábamos encontrar cocina de autor y nos fuimos encantados, lo pienso recomendar muy pronto a unos amigos italianos que visitaran el próximo lunes el priorat, ellos son muy sibaritas y les encantará seguro. Muchas gracias de parte de sussi y los organizadores de la ruta, los xirucaires de pacs del penedès, comarca de l'alt penedès, con esto ya os lo decimos todo, vinos y restaurante de primer nivel.
Como siempre perfecto
Senzillamente espectacular. Sergi, el cocinero, es un crack. 35 € por un menú degustación que en Barcelona me cobrarían al menos 80. Todos los productos que utilizan son autóctonos y los vinos dels cellers clos de l'obac les van como anillo al dedo.
Por exigencias de mi trabajo, viajo por todo el mundo. Conozco los mejores restaurantes de muchos países. Cellers de gratallops es uno de los que más me ha impresionado, puesto la calidad de sus platos y la calidad humana de la gente que lo dirige es excepcional si se tiene en cuenta la que vulgarmente se denomina como relación calidad/precio o, como otros dicen, precio/placer. Visité la bodega clos de l'obac en gratallops (uno de los mejores vinos del mundo) y terminé en éste restaurante que depende de dicha bodega. Sinceramente, me quito el sombrero. Joan e. Cots.