Restaurante: Centro Gallego

Se come genial, buen trato, calidad precio estupendo., tienen montaditos del norte exquisitos. Espero volver pronto con la familia

Cuento, eramos tres amigos, nos sentamos, mosqueo inicial porque el local era un poco cutre, mosqueo mayor cuando vemos los platos relativamente limpios, pero claro ya estábamos allí y el dueño diciendo que íbamos a pasar una noche gastronómica inolvidable (que así fue), pedimos dos entradas por la falta de confianza más o menos justificada, canaillas y mejillones,... Mi primera canailla fue una experiencia de sabores única (sabia como a amoniaco, tufillo de pasada que se agarra a la nariz, aspereza lingual, y rechazo intestinal que no hice evidente de inmediato), me atreví con una segunda pero el resultado fue similar, con lo que ya no insistí, mis amigos en la misma situación, se ponían nerviosos, manu me dice tranquilos todos que esto ha sido un despiste del cocinero, todos podemos cometer un error a ver que pasa con los mejillones, por fin llegan los mejillones, bueno lo poco que se podía ver de ellos, nunca sabre si realmente aquellos mejillones eran reales o eran de broma, ni yo ni mis amigos lo quisimos comprobar, bueno y ahora el problema que hacemos o nos quedamos aquí y nos arriesgamos a una nefasta salida hacia el hospital más cercano o hacemos una escena más o menos creíble, como manu y ricki son bastantes creativos se les ocurrió la idea de cojer el teléfono (benditos teléfonos), y hacer como que algo pasaba de forma seria