Descubrimos este restaurante por uno de los comentarios de esta pagina, el del foie, que por cierto, estaba exquisito. Carnes muy bien trabajadas en la brasa, entrantes variados, en especial una ensalada que tenia espinacas. Tomamos postres caseros típicos de Semana Santa y de Almería, y una bodega sencilla pero con algunas cosas interesantes (tomamos abadia retuerta). Restaurante sin lujos y bien atendido. El precio acorde con la calidad de los productos. Eso si un poco escondido pero bien señalizado.