Restaurante: Currito

Ayer fuimos a cenar tres amigos al currito. Hacía una noche preciosa y nos dejamos aconsejar. Nos trajeron dos ensaladas,una de bonito que estaba riquísima y otra de bacalao que estaba mejor todavía. Después comimos sardinas a la parrilla de esas que solo con el aroma yá te da hambre y unos pimientos del país. Para el postre probamos un helado casero con sabor a leche condensada que daban ganas de repetir (no recuerdo el nombre del helado). Cafés, chupitos. Vistas espectaculares y el servicio muy atento en todo momento. Puntuación del 1 al 10 un 11.

La señora que lo atiende es más fría y seria que las sardinas que sirven... Todo el rato da la sensación de que te está haciendo un favor. Para colmo, y a pesar de que el restaurante solo tenía dos mesas ocupadas, nos pusieron tan cerca de una de ellas, en la que dos personas hablaban de su trabajo en un astillero, que un poco más y aprobamos primero de navales. Por lo demás, no se corresponde precio con calidad y atención... Sardinas discretas y almejas de calibre más bien bajo. Otro detalle, aún a pesar de pagar más de 100€ por dos cubierto, no tuvieron ni el detalle de un licorcito.

Emilio, eres un crack, aunque hay que mejorar los exteriores. En este caso no vale decir que lo importante está en el interior, la "caseta" también importa. De todas formas ¡chapeau!.

Llegué a santurce hecho polvo y hambriento después de 600 km de coche. Iba solo por trabajo y pregunte en el hotel un sitio para cenar. Me dijeron que fuera al currito que estaba al lado del hotel. Allí que fui y pedi una mesa para cenar. Pero que decepción cuando una señora con sonrisa muy hipócrita me dijo que para uno solo no tenia mesa (había unas cuantas vacías). Vamos que por ir solo no merecía la pena darme de cenar. Me pareció muy feo por que un cliente es un cliente y de haber cenado agusto al día siguiente habría ido con otras 4 personas más para comida de trabajo, pero.... Una gran decepción. Nunca me había encontrado este trato en ningún restaurante. No lo recomiendo

Estuvimos en el currito en Santurce un viernes por la noche, llegamos sobre las 22.30 y los camareros hicieron que cenáramos en 10 minutos, aquello parecía un funeral al que encima no estábamos invitados, actuaron como si no estuviéramos o como si no quisieran que estuviésemos, se pusieron a a mover sillas, bajar persianas y a pasear alrededor de nuestra mesa, así que nos fuimos sin tomar ni postre, la comida la verdad estaba buena pero el servicio de cervecera y el precio no es para nada de cervecera