Tomamos un menú entre semana por cambiar un poco, es verdad que sale un poco más cara que los que te ofrecen por la zona pero venía una chica celíaca y aprovechamos para ir. El menú está justito de cantidad y hay muy poca varieda. La sopa era un cuenco con caldo y dos trocitos minúsculas de patata y carne sin mucho sabor. La pitza sin gluten muy bien la recomiendo y las pastas sin mucho condimentos y muy de ir por casa. Los postres solo eliges entre dos no nos los comimos, muy azucarados y sin encantó. Mi duda es si las cantidades y la poca calidad era por ser menú o los platos en carta serían lo mismo. No volvería a repetir al no ser que fuera celíaca en ese caso si y nunca de menú.