Todo perfecto, comida para los niños acorde al restaurante, presentación exquisita, el menú de degustación genial
Todo perfecto, comida para los niños acorde al restaurante, presentación exquisita, el menú de degustación genial
La cocina estupenda, la atención en la misma linea y el precio muy bueno. La relación calidad-precio, es de 10. ¡¡¡ magnificico ¡¡¡¡¡¡
Para empezar: una familia de 4 miembros que llega al restaurante donde se ha reservado mesa con una antelación de –al menos- una semana. Nos ubican en un comedor, con dos mesas que acogen a dos grupos bastantes numerosos, además de los comensales que vamos llegando. El ruido debido a las conversaciones, en una sala de tamaño reducido para la cantidad de comensales, hace que la estancia sea muy incómoda. Las únicas vistas que tenemos son unas paredes blancas y la barra de la cafetería. Al marchar, nos enteramos que había una sala casi vacía de comensales. Parece que tienen por costumbre “embutir” a todo el personal en una zona hasta que se llena. Hasta tal extremo que las zonas de paso para que los camareros trabajen son escasas lo que les obliga a servir y levantar platos de una forma poco profesional. El menú: sonaba francamente bien, pero… -un aperitivo del chef que todavía estamos esperando a que alguien nos diga qué es. Básicamente, un vaso de chupito con zumo de tomate y un pincho con un berberecho seco. - una crema (caldo espeso más bien) de marisco con un crujiente de centollo. - un pulpo a la brasa con puré de patata. El pulpo duro, seco e insípido. - un entrecot de buey, pedido poco hecho. Llegó un trozo de carne, escasa, que de buey tenía poco, tirado a la plancha y pasado, muy pasado. La salsa de queso de la peral y el pastel de setas que acompañaban la carne, se apartaron después de probarlos. - milhojas de hojaldre con crema y nata. Muy pobre. Hojaldre básico con algo de nata y un poquito de crema. - un crianza. - café acompañado de unos pastelitos con pinta de industriales. Sin probar. El precio 25€, podría ser adecuado si no fuera por la pobre calidad. Conclusión: sumando a la comida el ambiente del salón, da como resultado un relación calidad/precio muy mala que no pensamos repetir.
Os voy a contar mi experiencia en este restaurante, acudí con unas amigas a una despedida de una d ellas, que se nos casa dentro de poquito.... El lugar salvo una d nosotras no lo conocíamos pero nos lo habían recomendado por todo, el entorno la comida el personal, y la verdad acertamos de pleno, porque nos lo pasamos en grande comimos genial un menú riquísimo nada caro y la atención una pasada no parece al entrar en un sitio tan elegante y distinguido que el servicio fuera a ser tan cercano y ameno la verdad lo repetiremos ya se lo comentamos a nuestra camarera que en un par d meses repetiremos velada que toca otra despedida, sin duda os lo recomiendo ir probar y repetiréis.
Hola a todos querría hablaros de uno de los últimos descubrimientos relativos a hostelería que he tenido el placer de probar después de muchos comentarios que me habían hecho unos amigos tanto por la comida como por el sitio lugar espectacular. Pero quedamos maravillados por el trato la atención recibida por parte de todos, el día que fuimos había bastante gente era fin de semana y la camarera que nos atendió lurdes fue un encanto no nos descuidó ni un segundo a pesar del barullo. Y la comida excepcional volveremos muy pronto os lo recomiendo 100%. Un abrazo
Para mi es el mejor restaurante de Oviedo. A parte del sitio y el entorno que es una pasada, la comida es increíble, muy buena relación calidad-precio. El servicio es exquisito. La carta esta muy bien, muy abierta, ya que tienes platos desde típicos asturianos, mediterráneos y matices japoneses, mucha variedad y a un precio estupendo. Destacar también la cocteleria, en Oviedo hace cinco años que abrió este restaurante, de aquella no había cócteles en casi ningún lado, ahora ya hay mas sitios, pero nada que ver. Recomiendo sus sabrosas caipirinhas de sake. A parte del restaurante tiene una plancha japonesa (tepanyaki) donde tienen un menú degustación que cambian todos los meses, allí hay una chica que se llama bea que aprendio a cocinar en uno de los mejores restaurantes japoneses de Barcelona, muy buena y había un camarero ese día, mac se llamaba, que era el encargado del restaurante, encantador y nos recomendó muy bien todo. Para mi el mejor restaurante de Oviedo.