Estuvimos en una boda y todo estaba exquisito. El servicio muy bueno muy bien servido y pendientes de que no faltase de nada. Un restaurante muy recomendable.
Estuvimos en una boda y todo estaba exquisito. El servicio muy bueno muy bien servido y pendientes de que no faltase de nada. Un restaurante muy recomendable.
He celebrado mi boda en deloya restaurante y solo puedo decir cosas buenas de este lugar. Atención increíble, comida inmejorable y una atención de lo mejor... Todo el mundo a quedado muy contento y sobre todo nosotros, los novios. Gracias a todos los que trabajaron este día para que fuera especial: camareros, cocineros, staff del hotel y en especial a paula, que nos ayudo y estuvo pendiente de que todo saliera fenomenal. Gracias a todos...
He ido en una ocasión a este restaurante y prefiero no entrar en detalles..... Conozco a isaac y Miguel loya, les comente que había ido al restaurante deloya y cual fue mi experiencia y me dejaron muy claro que el real balneario de salinas no tiene nada que ver con deloya, únicamente que son familia, pero que son dos restaurantes totalmente diferentes.
Ayer fuimos a una boda y se celebro en el deloya. Pésima atención de los empleados(solo uno merece la pena)los novios avisaron que había dos alergicos al marisco y al empezar a servir a las 4 de la tarde avise que ni maisco ni pescado. Dos personas de la mesa pidieron escalopines y casi una hora después se acordaron de traerlo. La misma cantidad que le trajeron a mi hijo de 4 años. Amenazaron con llamar a la guardia civil si tiraban un petardo mas (en la calle). Me dijeron que mi hijo no podía jugar por allí que si rompía algo lo teníamos que pagar. En resumidas pésima atención al cliente. Sin respeto ninguno de que estábamos en una boda y había varios niños. Casi no te dejan acabar de comer y ya están quitándote el plato. Mientras que yo comía (una hora después que el resto ) me quitaron el pan sin avisarme. Dos veces me quisieron quitar mi super menú de 4 patatas fritas. 4 de verdad ni una más y tres mini cachos de escalopines o vamos una autentica pena de servicio. Parece que le molesta trabajar. Si hicieran una lista de los sitios menos recomendables sin duda este seria el primero. Penoso todo. La cena super escasa. Camarer@s siempre con mala cara. Hasta día de hoy la peor atención al cliente. El parking mandan meterse justo por donde la glorieta. Si no andan finos de allí salen con la mitad del coche. Espacio muy reducido para subir por el parking.. Vamos que antes de ir al deloya otra vez prefiero ir a mcdonals que te atienden bien te sirven rápido y no te quitan la comida de la boca. Ayer apuntito estuve de irme. Si no llegamos a estar en una boda allí quedan con lo puesto. En resumidas pésimo servicio y pésima atención al cliente
La noche que estuvimos cenando el comedor parecia un gallinero, el servicio fue malísimo y la comida llego fría en un par de platos de carta sobradamente caros y insuficiente ración. El maitre (lo llamaron eusebio los empleados de la casa, creo recordar) se comporto de una manera desagradable con nosotros, además de olvidarse durante casi toda la noche de nuestra bebida y pan. El restaurante tenia ambiente de sidrería, poco usual al cobrar según los catálogos de restaurantes un precio medio de 50 - 60 € por comensal y solo le faltaban echar sidra. El personal era insuficiente para tener bien atendidas las mesas porque no daban a basto con todo el comedor lleno. A mi parecer la buena fama de la familia loya (real balneario de salinas) se esta echando a perder con sus más jóvenes generaciones al no visitar en las mesas a sus clientes y no preocuparse de sus precariedades en el servicio nefasto que recibimos esa noche. La limpieza del restaurante (debió de haberse exiliado a otro pais) al estar todos los cristales marcados de manos de niños además de tener un jardin de invierno feo y en muy malas condiciones. La atención del servicio para recibirnos fue malísima al tardar en venir a situarnos en nuestra mesa y lo mismo al marchar, ya que nadie vino a despedirnos y tuvimos que pedir en la recepción del hotel nuestras prendas que se encontraban todas mal colocadas y arrugadas en las perchas. Sin más hasta siempre...
Es verdad todo esto que esta escrito, a mi me paso algo parecido un día que fui a cenar de fin de semana. El restaurante es un caos. Yo no volveré allí nunca mas.
Yo fui con mi pareja a cenar en una ocasión y prefiero no entrar en detalles...... Conozco a la familia loya y somos clientes del real balneario y cuando les comentamos a Miguel e isaac loya que habíamos ido a deloya y cual fue nuestra experiencia, nos dejaron muy claro que el real balneario no tiene nada que ver profesionalmente con deloya, únicamente que son familia. La calidad en los productos y en el mimo de cada plato no tiene nada que ver y la atención de los camareros de un sitio a otro es abismal. No me parece bien que paguen justos por pecadores cuando se habla de la misma generación cuando los dos hermanos son muy diferentes gastronómicamente.
Estuvimos en este restaurante, cuatro personas, celebrando un cumpleaños, sin cortapisas en el gasto.... Nuestra decepción fue absoluta, no volvimos. Conocíamos el real balneario de salinas y bien pensamos que podíamos quedar satisfechos por la supuesta familiaridad anunciada en su día, con éstos, por los dueños del mismo. Habíamos solicitado, al efectuar la reserva, nos colocasen en una mesa del comedor, con vistas al jardín ya que nos gusta agradar al máximo a nuestros invitados.... La ubicación estaba al final de un aparente pasillo, (estuvimos a punto de irnos, pero era tarde ya para reservar otro restaurante)- estuvimos mal servidos, y peor fue la comida, incluso una carne...., olía mal. Hice ver nuestra disconformidad al maitre, pero su respuesta fue el silencio... En ningún restaurante de Oviedo e incluso de Asturias, hemos pasado un apuro como este.... Nos gusta comer bien y que nos atiendan correctamente pero sin ningún tipo de servilismo. Lo siento
El restaurante Deloya, nos ha sorprendido a mi mujer y a mí, en varios aspectos: inmejorable atención, exquisita comida, cálido intimo y tranquilo ambiente. precio razonable. recomendamos totalmente y no será la ultima vez que cenaremos allí. Genial !