El restaurante no estaba mal pero hemos ido con nuestro perro ya que presumen de ser un restaurante que acepta a los canes y como no! Nos hemos encontrado con que aparte de tener que estar en la terraza que ya lo sabíamos.. . El hombre nos ha dicho de una manera muy despectiva que estuviera todo el rato debajo de la mesa y que no se nos ocurriera soltarlo y dejar que anduviera x la terraza, cosa que no iba a hacer x respeto a los demás pero no hacia falta que lo dijera de tan malas formas. Vamos que no está habilitado para ellos parece que molestan. No vayáis. La camarera muy maja pero la comida muy sin más y ha tardado demasiado.