Restaurante: El Albero

Magnífico. Relación calidad precio 10. Comida exquisita y trato excelente; somos uns parena de Valencia, hemos estado tres días en toledo y hemos comido allí dos.

Doy las gracias al usuario anterior, por la opinión que me ha llevado a conocer ese maravilloso lugar, donde a parte de poder pasar una velada muy agradable (por su ambiente elegante y acogedor), mi pareja y yo disfrutamos de una comida bien elaborada, de mucha calidad, y sobretodo bien servida y caliente (cosa que en muchos restaurantes no es lo común). Me sorprendió ver en la carta, platos de cuchara, que dejaremos para la próxima visita. Degustamos el mejor foie que mi pareja y yo hemos probado nunca, así que lo recomendamos para próximos usuarios. También cabe destacar el rabo de toro, los ibéricos (realmente de muy buena calidad) y la merluza rellena que estaba exquisíta y muy fresca. Nos sorprendió ver que los postres son ¡¡¡¡¡caseros!!!!!! Y una variedad de helados de gustos nada comunes (caseros). A la hora de la factura sólo decir que relación calidad-precio son inmejorables. Enhorabuena a los creadores de lugares tan equilibrados en todos los sentidos!!!!

Nos lo ha recomendado un amigo y tengo que agradecérselo, porque hacía tiempo que no comía tan bien. La carta no es demasiado extensa pero tanto la calidad de los platos como la presentación y el servicio son notables. El restaurante es pequeño y muy acogedor (en palabras de nuestro hijo pequeño, que todavía no está influenciado por las hormonas "hasta el cuarto de baño es acogedor"). Como su nombre indica, la decoración está totalmente dedicada al mundo taurino. Yo soy de Ávila y algo entiendo de carne, así que puedo decir con conocimiento de causa que la carne roja a la piedra (que ha sido mi segundo plato) estaba realmente exquisita. Mi mujer es más devota del pescado y ha elegido lenguaditos enrollados con relleno de frutos del mar. Debía de estar bastante bueno, porque no ha abierto la boca nada más que para comer hasta que ha dejado el plato vacío. El niño se ha zampado un revuelto de huevos con pisto y morcilla que le ha hecho olvidar la nintendo ds durante un buen rato. Me ha gustado especialmente el poder pedir una botella de vino de 0,5 l, ya que mi mujer no bebe más de media copa y una botella de tres cuartos para uno sólo es incompatible con los controles de alcoholemia. Los postres son caseros y realmente ricos. La tarta de queso de mi mujer estaba sabrosa y suave, y no recuerdo haber probado antes una espuma de café con virutas de chocolate mejor que la que me han servido en el postre. El detalle de las "minifrascas" con los licores es realmente simpático, y el café, como indican sus iniciales, era caliente, amargo, fuerte y espeso. Personalmente, el precio me ha parecido bastante ajustado para lo bien que hemos comido y lo bien que nos han tratado. Desde luego, ahora que lo conozco, pienso volver a menudo, la próxima vez a probar el rabo de toro, que según el amigo que nos lo recomendó está para chuparse los dedos.