Restaurante: El Balneario

Lamentable. Estuvimos comiendo un día y no volvemos. Pedimos a la carta, dos raciones para compartir y un arroz negro con calamares y gambas. Tardaron una eternidad en traernos la primera, de la segunda se olvidaron y el arroz era un engrudo incomible, que dejamos casi entero. Se me ocurrió pedir una cerveza más, ya que la espera fue eterna y una camarera rubia me dijo que no, que ella no atendía esa mesa. Se la pido a otro y después de 10 minutos, me traen dos. Un descontrol absoluto. El camarero de nuestra mesa, al decirle que se les había olvidado traernos una de las raciones, le discute a mi mujer que no la habíamos pedido, y al hacerle yo la observación de que el servicio era un descontrol, me dirigió una mirada que un cliente no tiene porqué aguantar. Durante todo el servicio comimos sin plato, hasta que llegó el arroz, alucinante. Cuando hablé con el maitre y le expuse mis quejas, su única solución fue que nos invitaban a unos chupitos. En fin, que pedimos la cuenta (dos veces), y nos marchamos. Es una pena porque la ubicación es fantástica, pero el servicio, la cocina y el responsable de sala, dejan mucho que desear. En agosto y en hora punta de comidas tiene que ser un espectáculo digno de verse. Como no todo va a ser malo, decir que la única persona que se disculpó, fue un camarero sudamericano que, además, no era el que atendió nuestra mesa. Gracias. Lo dicho, no se os ocurra ir a este restaurante.

Hemos pedido una paella mixta y al presentarla en la mesa el olor a pastilla de caldo era exagerado. Nos han servido las raciones, abundantes, y al probar el arroz sabía exactamente igual que olía, pastilla de caldo. El arroz a medias, tres trozos de conejo y cuatro ambas de tercera sin cabeza. Se lo hemos dicho al metre, ha salido el cocinero, se han llevado los platos llenos y ni siquiera nos han preguntado si queríamos tomar algo en compensación. Nos han cobrado rigurosamente la paella y ni siquiera han ofrecido un café o licor de cortesía. Nosotros visitamos suances muchas veces y a este sitio no volveremos, seguro.

Estuve el pasado día 15 y tardé más de dos horas en comer el plato del día. El servicio de señoras no pasaba a las 15,00 horas una inspección de salud pública. El servicio pésimo, camarero sudoroso sirviendo las mesas. No volveré y por supuesto no lo recomendaré.

Comida muy buena a precio estupendo y un servicio impecable, muy amables, excepto la dueña. Os lo recomienda una pareja de San Sebastián

Fuimos cuatro amigos a tomar una cerveza y unas raciones para cenar. Las raciones de fritos, estaban bien, pero ante la insistencia del camarero sobre los percebes pedimos una ración, pequeños y flojos, todo lo contrario de lo que nos prometieron. Pero lo realmente penoso fue con la cerveza, nos pregunto si preferíamos una jarra y vasos en lugar de botellines, nos pareció bien, pero a la hora de pagar vemos que por cada jarra, equivalente a cuatro cervezas no más, nos cobro 12,30 euros más el iva, cuando en un bar de copas, en teoría más caro costaba 8 euros IVA incluido. P. D. Fuimos a picar y nos dieron la estocada.