opiniones sobre el Restaurante El Berenjenal

La comida flojita y sin identidad ni sustancia, le pediría al cocinero que si practica lo pruebe antes de ofrecerlo al publico y ¿pone que tiene menú infantil?, es mentira, ademas los niños les molestan bastante.

Me encanta como se come, aunque no soy vegetariana, cada vez me gusta ir más a comer allí. Los dueños son un encanto y el trato es estupendo. Lo recomiendo

No hay muchos vegetarianos en Valladolid, con lo cual la oferta en este campo es pequeña, pero este restaurante me encantó. He de decir que ni siquiera soy vegetariana, pero quería salir un poco de la rutina y me gustó mucho. El sitio es súper acogedor, así como el personal, en todo momento fueron muy atentos y muy amables. La comida bastante buena, me gustó mucho la carta, con un precio muy asequible. Sin duda volveré. :)

Excelente comida vegetariana. Servicio bastante rápido. El vino blanco y el pan es buenísimo. Todo perfecto.

Estaba todo muy rico, el servicio muy atento y la relación calidad/ precio muy buena. Volveré seguro.

La comida muy buena, nos ha gustado mucho. El servicio muy bien, pero me gustaría que los platos fueran más generosos en cantidad.

El restaurante nos ha gustado mucho. La comida deliciosa y el servicio también bien. Lo único que no nos gustó fue que al principio no había música de fondo y cuando pusieron el hilo musical estaba demasiado bajito, nos resultó incómodo. A la hora de poder hablar sin escuchar las conversaciones de otras mesas.

No había probado la comida vegetariana y me gustó bastante, repetiré. La atención muy buena y el servicio muy rápido.

Hemos ido varias veces a este pequeño pero coqueto local. Especialmente bien la crema de brócoli y croquetas de cualquier tipo. Lentejas y las diferentes lasañas muy buenas y contundentes a pesar de ser vegetales. Los postres, creo que todos caseros, muy bien: tarta de naranja, brownie, tarta de chocolate y por supuesto fruta biológica. Podéis preguntar por las cervezas al camarero, hay muchas que no son de consumo habitual y bastante buenas. El precio de menú fin de semana 17 eur por cabeza es adecuado. Incluye todo salvo cafe. Fuera de menú unos 15-20 eur por persona. Si sólo es por probar la experiencia del vegetariano el menú no defrauda. En resumen; muy recomendable y algo que valoro mucho: tranquilo y nada ruidoso.

Estaba casi lleno y como sólo estaba una persona para el servicio tardaron mucho en servir los platos.

Delicioso! Por fin se defiende las posturas de los que hemos decidido por respetar al mundo animal, de una forma activa y rentable para todos. Ojalá esta forma de vivir se extendiera como filosofía de vida. Ya no solo tiene que ver con la gastronomía.

Solemos ir mucho a este pequeño y encantador local. La comida está muy buena, pero con algunas irregularidades. La última vez que cenamos ahí, nos hicieron una parrilla de verduras que, para lo que tardó en salir, por lo menos debería estar todo bien cocinado, y no más de la mitad de las verduras crudas. El sushi california roll estaba muy, muy bueno, y también lo estaba la lasaña de calabaza, pero las hamburguesas no había por dónde cogerlas: una presentación paupérrima, todas abiertas y requemadas, la cebolla completamente a medio cocinar, los granos de fuera como carbonilla.. En fin... Muy buena la tarta sacher. Otra irregularidad: a través de la ventana se puede ver a los cocineros. Uno de ellos tiene su encimera ordenada y limpia, y se le ve pasar la bayeta con regularidad, en cambio el otro.... Quizá no se dé cuenta de que fuera hay gente cenando que lo ve todo: el puesto lleno de cucharas sucias, de pieles de verduras etc. Volveremos porque es un sitio muy especial, pero espero que lean esto y se pongan un poco las pilas.

Comida muy escasa, atención lenta... Aunque bien cocinado. He ido varias veces, y por eso me he decicido a escribir este comentario. Deberían corregir lo escaso de los platos (somos vegetarianos, no estamos a régimen) y la carta debería ser más amplia...

La comida buena, un poco escasa y tardaron mucho en servirnos los platos. El menú que ponía en la puerta no correspondía con el que nos dieron para elegir dentro.

Aunque la atención fue buena, como era la primera vez que acudíamos a un restaurante vegetariano echamos en falta mejor asesoramiento.

Me parece un restaurante muy acogedor con una buena relación calidad precio y un vino muy bueno. Consejo. Ampliar la carta tanto en comidas como en postres.

La comida está buenísima, unos excelentes menús donde no se echa en falta ni la carne ni el pescado de lo bien hechos que están. He de hacer un inciso sobre el camarero: debería cuidar un poco más su higiene personal y la manera de atender las mesas: todo sin recoger, le pides cosas y pasa de ti, se para a hablar media hora con los clientes y descuida el comedor.. En fin, que nada ni nadie es perfecto y que espero que lo sugerido sirva de algo!

Voy a hacer una crítica constructiva porque es un sitio del que soy asídua y me gusta mucho. La comida por lo general está estupenda. Preparan platos que jamás imaginaría encontrar en un restaurante vegetariano, pero con algunas irregularidades: he comido las mejores lasañas vegetales, unas pastas mejores que en cualquier restaurante italiano, unas ensaladas espectaculares y unas virguerías como el sushi, que deja en ridículo a muchos otros y los bocaditos de calabacín y ricotta, que me dejaron sin palabras. En la otra mano, comí una paella de algas y verduras a la que no logré sacar nada positivo, se despistarían.... Tienen un camarero que desafía las leyes espacio-temporales, ahí queda eso... La otra chica un día se deshace en sonrisas y otro ni te mira a la cara. Mi consejo: que no se amilanen y que sigan cocinando así de rico, pero que se preocupen algo más por ofrecer un servicio de sala más satisfactorio, cosa por otro lado muy normal en ésta ciudad. Les doy un notable.

Comida impresionantemente rica, siendo sincera fue mi primera experiencia con las verduras *lol* y fui con miedo en la cena de empresa y fui la que más comió y disfrutó con la comida seguro! La única pega es la poca intimidad mientras comes, las mesas están muy juntas y resulta un poco incómodo, pero lo recomiendo al 100%. :)

Ya son varias veces las quehemos acudido a cenar a el berenjenal. Tienen una carta que cambia a cada estación, y combinan con sabiduría las verduras de cada temporada. La última vez que estuve, el pasado domingo, comí unos bocaditos de calabacín y queso realmete buenos y un risotto de setas y tomates secos muy logrado. Mi amiga quedó entusiasmada con su tempura de verduras y la lasaña de pisto y queso de cabra. El tiramisú un poco anodino, pero la crema de chocolate estaba buenísima. Tienen mi mejor calificación.

Un desafío a los escépticos que piensan que una comida no es completa sin carne. Menú semanal de cuatro primeros, segundos y postres elaborados con maestría. Mi amiga y yo pedimos una enslada de champiñones, picatostes y nueces y una crema de verduras de primero, seguidas de unos escalopes de... permitidme que no me acuerde del nombre... con patatas y uns bolitas de arroz y queso sobre algo que parecía pisto pero sabía mucho mejor. De postre batido de frutas y bizcocho de algarroba. Ideal para los que debemos comer fuera a diario y estamos hartos de encontrarnos lo mismo en el plato día tras día.

Original restaurante en el centro de Valladolid. Comí con una amiga hace tres semanas y salimos gratamente impresionadas. Comenzamos con una ensalada templada de setas y costrones que nos supo a poco, vestida con un aliño muy acertado. De segundo yo pedí la lasaña de puerros, deliciosa a la par que contundente y mi amiga unas "salchichas" (a mí me parecían croquetas) con un puré morado y una compota de tomatitos muy, muy sabrosas. La tarta de queso estaba correcta, el brownie quizá un poco seco. El único "pero", el café: tardó en salir más de la cuenta y las dos lo encontramos bastante aguado. Se puede ver al chef a través de la ventana, siempre sonriente, trabajando con finura, celeridad e higiene. La camarera nos trató con unas maneras un poco "apremiantes", quizá tuviese un mal día... Nos quedamos con ganas de probar otras cosas, de modo que volveremos. ¡Buen trabajo!

Un gran descubrimiento, comida diferente y ligera, el sitio es pequeño, mejor reservar si queréis ir, el camarero es un poco lento y no se entera mucho, pero le pega al restaurante, tiene un rollo hippie. Una opción muy recomendable, pensamos en repetir porque todo tiene muy buena pinta.

Desde que lo descubrí he ido unas seis veces. Cada semana cambian el menú, que siempre suele ser equilibrado y delicioso. Siempre uno o dos platos de cuchara, una ensalada y suculentos platos de verduras, cereales y legumbres. Recuerdo una sopa de garbanzos y pasta, simple pero deliciosa. En otra ocasión, un pan relleno de cebollas y especias con un huevo frito y una especie de mermelada de tomate la mar de original. Anteayer comí una deliciosa crema de apio seguida por un falaffel con berenjenas guisadas y salsa de tahin que desafiaba a aquellos que dicen que la comida vegetariana no es contundente ni llena. Me quedé con las ganas de probar la lasaña de champiñones, otro día será... La tarta de zanahoria es uno de mis postres favoritos y aquí la bordan. El servicio es correcto, pero puede mejorar un poco. En resumen: una alternativa sana y sabrosa para los que debemos comer fuera de casa frecuentemente. Volveré.

Por fin algo diferente e interesante en la ciudad! Los días de diario disponen de un suculento menú de cuatro primeros, segundos y postres por 13 euros y los fines de semana de carta de estación, con productos de temporada. He ido varias veces, y siempre está lleno, por lo que conviene reservar. La crêpe de queso de cabra con pimientos marinados estaba espectacular y las salchichas de queso y hierbas con compota de cherries y puré de patata y lombarda son lo mejor que he probado en mucho tiempo. El servicio no me pareció lento, como alguien menciona abajo. Tampoco supersónico, pero todo llegó a tiempo y calentito. Quizás las infusiones si que tardaron un poco, pero esto se compensa con la calidad y el buen hacer de éste joven equipo. Muy recomendable para los amantes de la buena cocina vegetariana.

El camarero es lentísimo, las mesas están super justas y la comida normal. Quiero insistir en la tardanza del camarero, tarda en traer la carta, en tomarte nota, en el primer plato, también en el segundo, el postre porque suele ser frío... Y la infusión. ¿entraba infusión en el menú? Pues si, pero te la sirve muchísimo más tarde que el postre. Sugerencia que pongan a trabajar más rápido a este camarero y que sirva la infusión junto con el postre, colada por favor. Espero que lo sugerido sirva para algo. Volveré para ver si ha mejorado. De no ser así no daré más oportunidades, ni yo ni mis conocidos claro. Hasta pronto.

La comida no esta mal, pero el servicio es lentísimo. Desde que te sientas hasta que te toma nota, infinito (si te ha traído la carta claro)... Imagínate entre plato y plato. No merece la pena contar más... Sugerencia otro camarero.

Muy bueno y cada vez mejoran más. El menú consiste de 3 primeros, 3 segundos y 3 postres a elegir, la comida es muy sabrosa. El agua y el té están incluidos en el menú y no sé puede fumar. Si cuando vais hay tarta de pera y canela os la recomiendo :)

Lo único que no me gustan son las sillas, que son bastante incomodas.