Experiencia digestiva de primer nivel. Marcial (dueño y chef) nos atendió con simpatía, amabilidad y gran profesionalidad. Con el local lleno, pilar nos sirvió con diligencia. Nos dejamos aconsejar: los boletus edulis en crema: espectaculares. Es el plato estrella de la casa con razón.. Huevos del rey (amanita cesárea) a la plancha, buenísimos, solomillo de ternera a la plancha, espléndido, una carne que se deshacía en la boca con un gusto en el paladar que hacía mucho tiempo no lo habíamos percibido. Terminamos con una tarta de almendras casera para rematar la buena muy comida que habíamos hecho. Todo regado con el vino de la casa, un pesquera a granel, que acompañó perfectamente. El trato familiar a la vez que profesional. Hicimos muchos kilómetros para poder comer aquí, pero estábamos bien aconsejados y valió mucho la pena. Yo también lo aconsejo y le doy las gracias a marcial y a pilar por la grata experiencia que nos hicieron pasar.