Sensacional restaurante ubicado dentro del hotel la salve. Un lugar tranquilo y romántico donde cenar con tu pareja
Sensacional restaurante ubicado dentro del hotel la salve. Un lugar tranquilo y romántico donde cenar con tu pareja
Nos ha sorprendido gratamente este restaurante situado en torrijos. Al ser una reunión familiar nos sirvieron en una espectacular sala que era una biblioteca. El servicio muy bueno y servicial y la comida fantástica
Muy rica la comida y el trato de la persona que nos atendió excelente muy atenta. Recomendable 100 %. Volveré :-)
Situado en una finca nada más salir de torrijos. Muy buenas instalaciones. Al ir un día entre semana solo había 3 meses ocupadas y hacia algo de frio. Servicio muy bueno. Al ser entre semana solo existia un menu. Calidad precio excelente.. Volveria de nuevo
Excelente en presentación, calidad y cantidad. Tiene un bar anexo al hotel en el que un camarero atiende con una gran amabilidad, después en el restaurante, más de lo mismo. Resultado, perfecto. Lo recomiendo.
Buenísimo trato. Buenísima comida. Lugar precioso con gran encanto. Cumple las expectativas. Totalmente recomendable
Por causas del destino acabe cenando en este fantástico restaurante de la provincia de Toledo. Nunca imaginé que en un lugar tan cerca de Madrid se respirase esa tranquilidad con la que soñamos todos los madrileños. La carta es una mezcla de sabores difíciles de expresar con palabras. Toda una experiencia para paladares exquisitos. El servicio es muy atento y familiar; si a eso añadimos la comida , el vino la música y el entorno estamos sin duda en un restaurante en el que el tiempo se detiene mientras disfrutamos de la velada.muy recomendable los consejos del metre tanto en la comida , como en el vino. Sin duda un restaurante digno de sus cuatro tenedores.
Cuesta un poco encontrar el restaurante pero una vez que lo encuentras, la verdad es que te llevas una sorpresa maravillosa. Este tipo de cocina en Madrid puede que lo multipliques por dos. Las ventanas del comedor dan a un precioso jardín y no ves ni un sólo coche, con lo que estás muy tranquilo y sin ruidos. El servicio es muy completo, primero te ofrecen una degustación de aceites de la zona y luego un aperitivo riquísimo. Y luego al final, te ofrecen unos chocolates al acabar los postres. Por cierto probé la torrija y estaba deliciosa, nada que ver con la imagen tradicional de las torrijas.