Pedí el salmón salvaje con almendras y no me gustó el sabor del salmón, pasado y sabor raro y muy pobre de guarnición. Media patatita y dura. Estaba tan decepcionada, que no quise ni postre. A mi marido si le gustó su plato.
Pedí el salmón salvaje con almendras y no me gustó el sabor del salmón, pasado y sabor raro y muy pobre de guarnición. Media patatita y dura. Estaba tan decepcionada, que no quise ni postre. A mi marido si le gustó su plato.
Anticuado. El rabo de toro duro el salmorejo salado...... Olía a naftalina. No puedo comprender la fama.
El restaurante en si, esta bien. Buena decoración y ambiente acogedor. Fuimos por recomendación de varios amigos que ya lo habían visitado. Con respecto a la comida, no puedo decir los mismo, pedimos por recomendación del camarero rabo de toro, especialidad de la casa, estaba insípido y grasiento. Lo mismo ocurrió con el salmorejo, poco recomendable. Los postres de pena, pidas lo que pidas, todo sabe igual.
Jamón mal cortado y con nervios, un poco seco. Rabo de toro con demasiada salsa y excesivamente especiada. Lomos de jabalí un poco secos. El sitio está bien y la comida aceptable, pero no para la fama y el precio. Relación calidad-precio muy baja.
Hemos visitado este restaurante cinco años antes y entonces se encuentra plenamente reservado, esto no era el caso el viernes pasado y después de esta visita entendemos por qué. Los platos mozárabes son todavía buenos, pero el resto de la oferta no es nada especial. La carta de vinos muestra mala relación calidad-precio. Además nos sorprendió que el vino que se recomienda, se agotó y la recomendación siguiente fue unos diecisiete euros más cara. El servicio es un poco en el lado arrogante. La próxima vez en córdoba, vamos a cenar en otro lugar.
Mi valoración es muy positiva, solo deja un poco que desear las instalaciones, un poco pequeñas y anticuadas.
Muy bien de nuevo. Habíamos estado hace 5 años y nos gustó. Sigue en la misma línea de calidad y servicio. Nos habían dicho que no estaba tan bien como antes pero no es cierto. Es un buen restaurante y conserva la fama que tiene.
Comida excepcional, presentación muy buena, trato del personal amigable y profesional. El entorno acogedor y familiar
Tenia mucho interés en conocer este restaurante por una fama (no demasiado merecida) de su rabo de toro. Una carta muy adornada, pero con alcachofas de bote y unos postres demasiado similares, el vino que sugieren en la carta es malo con relación al precio, pero lo peor son las macetas que cuelgan, siguen en sus tiestos de plástico y no les falta nada más que la pegatina con el precio. Francamente para nosotros fue un chasco.
Muy recomendable si visitas córdoba, muy buena calidad-precio. Todo estaba muy rico. Camareros muy eficientes y local agradable. Repetiré seguro si vuelvo a esa preciosa ciudad.
Un restaurante extraordinario. Grande sin dejar de ser íntimo. El personal amabilísimo y muy profesional. Da gusto. Y la comida deliciosa desde los entrantes hasta el postre. Si tienen algún problemilla para elegir los platos no duden en pedir consejo, siempre muy acertado. En cuanto al vino, el de la casa es muy bueno. En córdoba he descubierto dos monumentos: la mezquita-catedral, impresionante, y el Restaurante el Caballo Rojo, divino.
Que si que se como muy bien y el servicio es excelente
He viajado muchas veces a Córdoba y siempre que he podido he visitado el Caballo Rojo, es un restaurante excelente en todos los sentidos, acogedor, especializado en la cocina mozárabe, si visitan Córdoba no dejen pasar la oportunidad.