Restaurante: El Corralón del Embalse

El sitio es muy bonito, y para dar después de comer un paseo es genial, la comida unas cosas buenas y otras regulares, las entradas que pedimos croquetas bastante secas, ensalada de pimientos buenos pero solo llevaba pimientos y las berenjenas en tempura solo había masa, de segundo el rabo de toro muy bueno, pero sin duda lo peor el trato, la señora que te toma nota encantadora pero las camareras sobre todo la morena súper seca y te trae la cuenta sin pedírsela te cobra y ya te dice "adiós hasta otro día" me parece que la camarera no esta a la altura del restaurante, da la sensación de que te están largando.

Yo creía que ya conocía todos los sitios que merecían la pena en los alrededores de Madrid, pero este finde descubrí este maravilloso restaurante, ubicado en un enclave privilegiado, con una decoración que seduce por su buen gusto, una cocina de las de antes: auténtica (prueba sus maravillosos judiones o la morcilla envuelta...¡o su increíble rabo de toro!) y una selección de música que no te esperas en mitad de la sierra. El trato del personal es cálido, simpático y eficiente.

Al entrar te sorprende y al salir te apetece pasarle la referencia a todos tus amigos.