Restaurante: El Llagar

Reservamos el jueves para comer hoy viernes, queríamos sobre las 15. 00 me dijeron que no, solo cojían hasta las 14. 00 replanteamos viaje entonces con ese nuevo horario pero mi solpresa fue que llegamos y no sabían nada de mi reserva y gracias que un camarero me dio una mesa libre de 4. Habia gente que llegaba a las 15. 15 y le daban de comer así que mi enfado uff. El servicio de pena, mala organización, tardanza y encima los baños inundados durante más de 1 hora y media. Tuvimos que ir al baño del restaurante de al lado. Suelo ir por semana de vez en cuando y la verdad que hoy dio penisima y la gente estaba mal agusto. Un matrimonio de al lado nuestro marcharon con un niño sin tomar el postre. Espero que lo leáis para corregir para otras situaciones estuve apunto levantarme y ponerme a cojer yo las comandas y organizar comedor

Tardaron muchísimo tiempo en traer la comida de plato en plato. El arroz con leche de postre tenía moho. Se lo dijimos al camarero y sin siquiera un lo siento trajo la cuenta. No repetiré jamás

Yo estado este agosto la calidad a vuelto a sus orígenes de los años 2010 y 2011 que como en este sitio la cocina a cambiado por completo nuevo personal nueva vitalidad y importante más tranquilo que años anteriores.

Mal no peor. No pudimos probar la comida (no nos la sirvieron) después de una hora sin ni siquiera pan ni algo de beber nos levantamos y nos fuimos. El servicio unos inútiles. La sidra (todavía andaban plantando los manzanos) las croquetas de jamón (todavía no había parido la cerda), las parrochas (ya sabemos como anda la pesca últimamente). La peor experiencia de todo el fin de semana en una preciosa tierra.

Comida pésima. Atención pésima. Nos acomodan en una mesa donde nos atormenta durante todo la comida el olor que viene de los baños. No os lo podéis imaginar. Pides un entrecot al punto y te lo traen más pasado que una suela de zapatilla, pides un arroz con bogavante y ese arroz te digo yo que no ha visto el bogavante ni en pintura. La fabada mejor que te la pongan de bote el litoral porque te gustará más. Los postres olvídate. Lo mejor que puedes hacer en ni plantearte pisar por allí. Parece que aquí todo vale y ¡ya está bien! Ni maltratéis a los turistas al fina y al cabo es lo que os da de comer no al revés.