Restaurante: El Llagar de Titi

Caro no, carísimo el jefe un borde tratando a sus empleados como esclavos delante de toda la clientela, no se corta una cala. Ella al frente de la caja, la mujer más prepotente que he conocido en mi corta vida (55 años), jijijiji,. La calidad de los productos normal, mala para los abusivos precios que cobran, que creen que están en el centro de parís?, algunos van de divos, pero no duraran mucho. Os aconsejo mover el coche poco más, en la misma carretera hay otro montón de lugares con manjares exquisitos, precios de personas del siglo en el que estamos y con trato exquisito. Exclusiva de última hora: en el resto el jefe no riñe a nadie, es más no se sabe quien es, no como en el ti ti que le queda muy claro a todo el mundo: clientes, empleados y cubos de la basura quien son ambos. Saludos y buen yantar.

Una casa con encanto. Vale la pena que os acerquéis a conocerlo, comer pues tanto sea menú como carta, exquisito, abundante, limpio y muy profesionalidad, me da tranquilidad comer desde la higiene y limpieza que se aprecia. El cariño por hacer las cosas bien. En fin me encanta y de verdad con los tiempos que corren cada vez me da más miedlo comer fuera de casa. Que decir de la decoración de la casa del mobiliario, el vajillero, las pinturas, todas los utensilios antiguos.

Dicen que titilandia..... Màs bien deberían de llamarlo perrilandia, es una vergüenza que un sitio como este pensado para los niños y en el que les obligan a estar descalzos admitan perros. Di mi queja y me responde el camarero que no puede hacer nada porque el jefe lo riñe si les dice algo a los clientes que llevan sus perritos, hay que ver hasta donde llegamos con tal de vender una sidra. Por mi parte está cerrado para siempre y lo desaconsejo totalmente a la gente que quiera ir con sus hijos. Apto para perros solamente.

Me parece un sitio muy bien pensado sobre todo para los que tenemos niños, puedes tomarte o pinchar algo mientras los niños juegan y con la tranquilidad de que la carpa esta cerrada y calentita en invierno. Los precios me parecen normales. Los pinchos te los hacen calentitos y son bastante grandes. Yo se lo recomiendo a todo el mundo.

Desastroso e indignante. Iré por partes: pollo al limón. Me presentan el pollo en un plato que me advierten que quema. El pollo está troceado y las partes al aire se encuentran secas y marrones. Las zonas con carne delgada son difícilmente masticables por su dureza. Es evidente que lleva hecho y cortado al aire mínimo desde el día anterior y que antes de servirlo lo han recalentado. Son ligeramente comibles las zonas gruesas gracias a mojarlas en salsa xhimichurri. Cachopo: nos sirven el cachopo sin ternera. Es decir, con únicamente jamón y queso rebozado (que no es que el San jacobo no este bueno pero... ) al comentárselo al camarero lo retira y nos rehacen uno. Y cual es nuestra sorpresa que el filete utilizado no es de ternera, ni siquiera vaca vieja. Es cerdo. Totalmente decepcionante. Una vergüenza, y sumándole un precio equiparable a los mejores restaurantes asturianos. De los postres evidentemente no puedo opinar pues tras esto huimos para no volver nunca, totalmente anonadados.