Estuvimos comiendo con la familia y la verdad que llamamos por teléfono para reservar y la hija fue muy atenta tanto por teléfono como durante el servicio d comidas es una chica estupenda y muy servicial la comida inmejorable pedimos unos entrantes y luego parrilladas y solomillo y rápido buenísimo y servido con una gran sonrisa los postres estaban deliciosos y el pudin de nueces y pasas staba para repetir. Si e de poner una pega es ese señor que se sento en un sofa se enfrente del. Comedor y se nos quedo mirando un rato pero eso no es culpa del establecimiento es culpa de ese señor que se pasea x ayi como si fuese suyo. Fue una gran comida y volveremos como en otras ocasiones y sobre todo que sigan en ese gran restaurante esa gran familia que aunke son tres lo llevan de lujo y la cria es una gran camarera y gran profesional. Un saludo