Restaurante: El Moli

En realidad no puedo hablar de la comida ya que no he llegado a probarla. Fuí con mi mujer y mi hija de tres meses y lo primero que me paró un poco fue el acceso: tres tramos de escalera estrechos sin ninguna rampa, pero mi mujer insistió y subí el carro de la nena. Al entrar notamos que la nena necesitaba un cambio de pañales y al preguntarle a la camarera si tenían algún sitio para ello, nos dio un "no" rotundo y tuvimos que cambiarla sobre la tapa del wc. Al sentirnos completamente desatendidos decidimos irnos y sale el dueño(? ) y en vez de preguntarnos si había algún problema nos dice (para nuestro asombro) "buenos días, adiós eh! " nos sentimos desatendidos, victimas de una falta de empatía y atención al cliente que no hemos visto ni en el más humilde chiringuito de playa. Nada recomendable con o sin niños.

Unas torradas de lujo, un rodaballo a la brasa impresionante. El lugar muy acogedor, el trato dedicado al cliente.

Restaurante con encanto, han pintado el mural interior, quedó maravilloso. Felicitaciones a rubén y su equipo ya que todo sale perfecto, la parrillada de verduras, las carnes y pescados. Relación precio calidad equilibrada.

Fenomenal. El Trato, la cocina, la presentación y el maravilloso emplazamiento. Es un lujo indescriptible el cenar en la terraza acristalada, sobre el cauce del río y observando como los copos de nieve caen lentamente sobre el cristal del techo. 4 o 5 veces he comido o cenado. Todo muy bien, casi todo excelente. Lo mejor los "calçots". Los mejores del mundo porque la brasa es especial

Suelo subir varias veces al año a Vielha y siempre que voy no me quedo sin ir a EL Moli ya que se come de maravilla. Quiza es una opinión opcional, pero a los que les guste la carne que no dejen de probar el Solomillo de Buey al Cabrales.....solo de pensarlo se me hace la boca agua. Totalmente aconsejable y recomendable para los que ya han ido a Vielha o los que tienen que ir. Saludos.