Restaurante: El Molino

Yo estuve cenando el año pasado, en agosto de 2010. Como sólo había un grupo de personas, nos dieron a elegir comedor, (todo un detalle), pero ahí terminó la amabilidad de la que iba a ser nuestra camarera. La verdad es que ya no volveré a ir, porque nos resultó muy seca y se te quitan las ganas de volver, ya que no estás nada a gusto.

Estuvimos un grupo diverso de personas, nos encanto el restaurante, tanto la comida como el lugar precioso muy equilibrado calidad y precio. Recomiendo este restaurante a todas las personas que quieran disfrutar de una comida y una sobremesa muy placentera. El lechazo exquisito.

Un bello entorno con mediocre restauración. Hace varios días estuvimos en este molino de agua muy bien rehabilitado, con un bonito jardín, además de un comedor - el de abajo, no así el de arriba - acogedor y decorado con mucho gusto. Hasta aquí lo bueno porque la comida nos pareció muy irregular y con una bastante mala relación calidad-precio. Poco recomendable. Ramón. Valencia.

Reservamos mesa telefónicamente y al llegar y después de más de media hora de pie esperando en la entrada, el dueño nos dijo que no nos atendía porque "íbamos con niños, ya que los niños (como género) son maleducados e impertinentes y la categoría de su restaurante no puede permitirse a ese tipo de seres". Literal su cita. Fuimos a otro restaurante en el que no tuvimos ningún problema. Para mí un cero como persona el dueño y por lo tanto el restaurante también.

Lugar de paz y sosiego, donde el fundamento (que es comer) está elaborado con productos de primera y en ocasiones biológicos. Resaltando el gusto, como los aromas del relajante jardín y el sonido del agua. El trato humano También acompaña el lugar inolvidable. Os lo recomiendo