Comida cara y escasa, conocía hace años este restaurante y ya no les doy más oportunidades. Cada vez que voy me llevo un disgusto, la última vez nos cobraron 65 euros (2 personas) por comer arroz con bogavante como para uno, dos cervezas y unas croquetas de chocolate a compartir. Gracias que pedimos aceite y untamos el pan, de otra manera, hubiéramos tenido que volver a comer en otro restaurante. Sobrevalorado, robo a mano armada y las camareras y dueños bordes no, lo siguiente. Una pena.